Histórico
cerro ubicado en la márgen derecha del arroyo de El Rosario.
Por Ing.
Alejandro Espinoza Arroyo
El
Rosario, Baja California
15 de
Diciembre de 2012
Artículo número
106
Patente
1660383.
“Somos de
Baja California, no de Baja”.
Nuestras
tradiciones son cultura y conocimiento, valoremos nuestro legado.
Su formación es de arenisca altamente
consolidada, pertenece a la formación geológica que predomina en la margen
derecha del arroyo, en las estribaciones de la “mesa norte” en las cercanías de
la bocana. Se ubica en la misma márgen del arroyo, en que se encuentra “El
Cantil”, a unos quince kilómetros aguas abajo.
Pero desde
el punto de vista histórico, 'El Divisadero', como tal, data desde los tiempos
de la fundación del pueblo misión El
Rosario, en 1774, y es que se encuentra frente a la cañada de Santo Tomás, hoy
conocida como 'Cañada de la Agua Blanca', que era de las principales
“rancherías” donde vivían los nativos catequisados por los misioneros, siendo
los 'nativos indigenas' de esa zona, vigilados desde “El Divisadero”. Aunque
ese lugar era utilizado para 'espionaje misionero', mayormente a partir de 1802, año en que se
instaló el segundo sitio misional en el actual El Rosario de Abajo. Los otros
sitios de las 'rancherías' fueron: Macopá, Santa Rosa, El Rosario, Socorro,
Cava, Fiel, Domingo, y Agustín; todos se localizaban en las áreas donde se
asienta el actual poblado, salvo Macopá que era lo que hoy se conoce como: 'La
India Flaca', o 'Cañada del Aguajito'; a todos esos sitios, en los tiempos
misioneros se les llamaba: 'Visitas' de la misión del Santísimo Rosario de
Viñadaco.
Y pasados los años, cuando la misión dejó
de funcionar como tal, en 1832, aunque se encontraba abandonada desde 1828;
llegó a vivir al pie de El Divisadero, el antiguo soldado misional o de cuera,
Don Eduardo Acevedo y su esposa Germana Ceseña, quienes procrearon a su prole
en tal lugar, que le fue cedido por los servicios prestados al sistema
misionero.
Cabe
desrtacar que 'El Divisadero', que es como hoy se le conoce, en los tiempos de
la misión se le llamaba: 'El Divisadero de los indios', y después: 'El
Divisadero de los Acevedo'.
Durante la época de la misión, en su segundo sitio, es decir, entre 1802 y
1828, enfrente de El Divisadero fueron plantados variados árboles frutales,
entre los que se encontraban, higueras, membrillos, granadas, olivos, vid; y se
criaron burros, mulas, cerdos, cabras,
ganado caballar y vacuno, de igual manera se cosecharon suertes de
tierra principalmente con maíz, frijol, calabaza, y garbanzo, ya que esas
tierras tienen el agua al pie. Los árboles frutales misioneros de ese rancho
sobrevivieron hasta más o menos hará unos cuarenta años, pues por los 1970, se
los llevó una correntada del arroyo.
Fue la familia 'Acevedo', la que primeramente vivió en tal lugar, siendo en su casa, al pie
del cerro, donde en 1827, les nació su primer hijo de nombre Loreto Acevedo
Ceseña, fallecido a la edad de 39 años, siendo la causa que lo tumbó un caballo en el arroyo, en las inmediaciones de su casa, dejando viuda a María Rita Espinoza Salgado, y en la
orfandad a sus cinco pequeños y jóvenes hijos, Zenón, Hilario, María Vicenta
Teresa, Martina, y Eulalia Acevedo Espinoza; habiendo ocurrido tal accidente en
enero de 1866; entonces Eulalia era de 17 años de edad, e Hilario el menor de
tres. Todos los Acevedo vivieron en El
Divisadero, donde nacieron por muchas generaciones, la mayoría de esa familia;
y de la misma manera en que lo hicieron los misioneros, cultivaron la tierra,
criaron animales, y cosecharon los frutos de su huerta.
Don Eduardo Acevedo, con su familia vivió
en ese lugar hasta que le llegó la muerte, ocurrida a principios de la década
de los 1870, cuando contaba con edad alrededor de 100 años, vendiendo la
familia el rancho a Manuel Camacho
Villegas y su esposa Isidra Redona Sáiz, oriundos de San Ignacio, Baja
California Sur; por cierto que uno de sus hijos, Timoteo Camacho Redona, se
casó con María Ignacia Ortega Espinoza, media hermana de los Acevedo Espinoza.
Doña Isidra Redona Sáiz y su esposo Manuel
Camacho Villegas, llegaron jóvenes a El Rosario, a principios de la década de
los 1870, naciéndoles varios de sus hijos en el antiguo rancho de los Acevedo,
que, como ha quedado relatado, antes fue
propiedad de la misión.
Los hijos
menores de los Camacho Redona,
también nacidos en El Divisadero, fueron los gemelos, Hilario y Ursulo,
ambos eran 'trigueños', pero Hilario, que nació primero, tenía los ojos más grandes, y era más
trigueño que Ursulo, aunque el color de los ojos de ambos, era 'perfectamente
igual', esto, según su registro de nacimiento de fecha 2 de noviembre de 1891,
aunque habían nacido el 21 de octubre del mismo año. Ningún descendiente
Camacho Redona existe en el pueblo en la actualidad, sólo algunos sepultados.
Anécdota de Doña Isidra:
Recordaban los viejos, que Doña Isidra
gustaba realizar bailes en su casa de El Divisadero, y cuando todos se encontraban,
más y mejor, bailando en la salita de la casa, como a las nueve de la noche,
salía Doña Isidra de uno de los cuartos con
un tercio de cobijas, las lanzaba a los pies de los bailadores,
diciéndoles:
!Ya
váyense, váyense, que se váyen les digo, porque ya tienen sueño los Cuaaaates!
El Divisadero, que para los 1870, ya se encontraba en manos
de los Camacho Redona, prosiguió con su centenaria tradición de cultivos, y
crianzas de animales de corral, pero como todo pasa en la vida, los Camacho Redona
le 'regresaron en venta', pero conservaron para ellos una parte de la
propiedad, el resto la entregaron a Don Zenón Acevedo Espinoza, quien casado
con María del Carmen Marrón Pellejeros, procrearon vasta prole, todos nacidos
en 'El Divisadero', siendo nietos de María Rita Espinoza Salgado, y de Loreto
Acevedo Ceseña, siendo los de los siguientes nombres, y fecha de nacimiento:
Gregoria, nacida en ese lugar el 28 de
noviembre de 1875; Anastasio, el 15 de Abril de 1877; Román, el 8 de Febrero de
1879; Andrés, el 4 de febrero de 1881; Salomé (varón), el 22 de Octubre de
1884; Eugenio 'Chito', el 15 de Noviembre de 1886; Petra, en 1882; y
Bonifacio.
Cabe destacar que Gregoria, la hija mayor,
casada con José María Collins Meza, falleció, en 1897, a los 22 años de edad,
cuando calentaba agua en el llano, que a causa del viento se le prendió su
largo vestido, pues trataba de bañarse, y bañar
a sus dos pequeñas hijas: Francisca y Carmelita. Gregoria falleció, en
El Divisadero, bajo los cuidados de su madre.
De todos los Acevedo de la cuarta
generación, que son los que acabo de citar, vivieron su niñez y juventud, al
lado de sus padres, y luego que se fueron casando, se 'desparramaron' a tal
grado que a Andrés Acevedo Marrón, le quedó el rancho, quien casado con Paula
Ruíz Peralta, procrearon a sus hijos, pertenecientes a la quinta generación,
siendo: Pablo 'Perico', Jesús 'Chuco', Máximo, Agueda, Francisca, entre varios
otros; el mayor de este matrimonio nació hacia 1917.
Don Andrés Acevedo Marrón, quien fue
bisnieto de Eduardo Acevedo, y de Carlos Espinoza Castro, heredó el rancho, y
alternaba su economía con lo que producía en la huerta, y con su trabajo en el
transporte de mármol en 'carro de mulas', desde El Mármol, al puerto de San
Carlos; fue por cierto, en aquél pueblo minero donde conoció a la que fue su
esposa, y madre de sus hijos: Paula Ruíz Peralta.
De éste
matrimonio, nació en la quinta generación Jesús 'Chuco' Acevedo Ruíz, quien
heredó el antiquísimo rancho, y junto con su esposa la rosareña Esperanza 'Toto” Espinoza Vidaurrázaga,
procreaon allí mismo a sus hijos, nacidos ya en la sexta generación, siguiendo
con la tradición misionera del cultivo, y la huerta de los frutales.
Pedro
Acevedo Espinoza, hijo del matrimonio anterior, se casó con la rosareña Esperanza Loya Villavicencio,
procreando sus hijos en el propio rancho, entre ellos a Lidia Yesenia, siendo
ésta la última generación de los Acevedo, que vivió en el rancho, pues la
correntada de los 1970, los dejó a la 'deriva', por lo que tanto, el 'Viejo Chuco Acevedo', y todos los que aún vivían en tal lugar, en
1984, tuvieron que cambiar su residencia al poblado de El Rosario, unos
kilómetros aguas arriba.
OTRAS
FAMILIAS QUE VIVIERON EN LA ZONA DEL DIVISADERO.
El Sonorense Francisco García, mejor
conocido en El Rosario como: 'Pancho Gamboa', llegó a la zona de El Divisadero
en 1960, aunque en 1955, había llegado al pueblito de San Simón, al norte de El
Rosario, procedente de la colonia Anáhuac de Mexicali, Baja California, y es
que ya para aquél tiempo, vivían en El
Divisadero, gentes llegadas de distíntas partes del país, todo a raíz de las
políticas del reparto agrario, implementadas en todo México por Lázaro
Cárdenas, aunque 'Pancho Gamboa' no llegó por esos motivos, sino por andar en
su juventud en 'busqueda de aventuras', según sus propias palabras, por eso
dejó su tierra natal: Magdalena de Kino, Sonora, lugar donde nació el 2 de
octubre de 1942, hijo de Genoveva García Sánchez, oriunda de Cananea.
Recuerda 'Pancho Gamboa', que él vivía
'arrimado' en casa del jalisciense Don Anatolio Gamboa Galicia, entonces de 70
años de edad, y su esposa la duranguense
María Castillo, a quienes conoció en San Simón, y es que en aquél lugar
conoció a Gamboa en el Restaurante del 'camino real bajacaliforniano', que
después rentaron a José Pinto, y pasaron a vivir a El Rosario, donde los
rosareños prefirieron, por facilidad llamarlo 'Pancho Gamboa'.
Vivía en la zona del Divisadero, en 1960,
el duranguense Don Valentín Gómez, recién llegado al pueblo, de 70 año de edad, y como vivía completamente
solo, sus hijos vinieron por él, había sido recibido por la familia Collins.
Don Margarito Gómez, tam,bién vivió en la zona del Divisadero, pero en los
1970.
Don Miguel
Tirado Aranguré, también vivía solo en El Rosario, y fue muy apreciado por
muchos rosareños, pues fue dueño en Ensenada de la cantina 'La política
Alegre', y del restaurante 'La Copa de Leche', lugar donde acudían a
emborracharse, y a comer, muchas de las veces sólo con un: 'anótenmelo en la
cuenta'.
'Montelongo', fue otra de las personas que en
aquélla década de 1960, vivió en El Divisadero, junto con él su pareja, y la
hija de ésta, a quien un 'andarín' que Montelongo recibió como protegido, y
como 'trabajador', pero le mordió la mano, y abusó, o trató de abusar de la
hija de su mujer, aprovechando la soledad del lugar, y que el patrón se
encontraba fuera. Y luego de su fechoría, le disparó un tiro, y otro a la
madre, y se fue con rumbo a El Divisadero, donde se quedó dormido, sin contar
que por la obscuridad, sus inciertos disparos, aunque con mala fé, no fueron de
muerte para sus víctimas. La madre, se fue tras su rastro, lo encontró dormido
con la pistola a un lado, la tomó, y aquél 'chacal', no vió la luz del día nunca
más. La caridad pública lo sepultó en el panetón misionero, en una tumba sin
nombre, pues nadie supo cómo se llamó; éstos hechos sucedieron a principios de
la década 1960.
En 1961,
con la llegada del Ejido 'Nuevo Uruápan' a El Rosario, enviado por los 'sabios' políticos de aquélla época radicados
en Mexicali, y en México capital, arribaron a la zona de El Divisadero, siendo
Juan y Julián Torres, conocidos popularmente como 'Los Palillos', dada su
delgadez física. Después llegaron su mamá, y Ricardo, hermano de los primeros.
En la parte protegida del acantilado cercano a
El Divisadero, vivió Don Jesús González Ayala, y su familia; Pedro Fonseca; y
la familia Peña Tortoledo, todos
llegados a raíz del Ejido Nuevo Uruápan.
Poco antes
que ellos, habían llegado, pero no en el Ejido, los michoacanos Encarnación '
Don Chon' Servín, su esposa Camila Jiménez González, y sus hijos.
Es
curioso, como un simple cerro, que al verlo hoy, solo y olvidado, que si
pudiera hablar, nos contaría infinidad de narraciones, muchísimas más, de las
que brevemente he narrado.
Por último, fue al pie de El Divisadero,
donde Fernando 'Suriano' Acevedo Espinoza, nacido en 1956, aprendió a tocar la
guitarra y el acordeón, y el sitio donde nació el único 'Dueto norteño'
llamado: 'Los Coyotes de la Bocana”, hoy extínto, a raíz del fallecimiento de
Suriano.
El
Divisadero, como zona habitacional, existió desde al menos 1820 hasta 1984.
AUTOR DEL
ARTICULO.
ING.
ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO
EL
ROSARIO, BAJA CALIFORNIA
15 DE
DICIEMBRE DE 2012.
El
presente trabajo es propiedad de su autor, quien lo tiene protegido bajo
patente número 1660383, permitiendo su uso, siempre y cuando no sea con fines
plíticos, comerciales, ni de lucro, y que en todo momento se otorguen los
créditos correspondientes.
Andrés Acevedo Marrón, (Hijo de Zenón Acevedo Espinoza), conduciendo un
'carro de mulas', cargado de mármol, dese la mina de El Mármol, al puerto de
San Carlos, ubicado a 60 kilómetros de El Rosario, Baja California.
Año 1900 aproximadamente. Archivo familia Acevedo, facilitada por su
hija, la Sra. Francisca Acevedo Ruíz, y publicada por su nieto Andrés Acevedo
García.
Don
Zenón Acevedo Espinoza, (Hijo de Loreto Acevedo Ceseña), perteneciente a la
tercera generación 'Acevedo' en El Rosario, posa con dos de sus descendientes:
Foto archivo familia Acevedo, facilitada por Andrés Acevedo García. La foto es
de aproximadamente 1920
Fernado 'Suriano' Acevedo Espinoza, (Sexta generación) y su padre Jesús
'Chuco' Acevedo Ruíz (Hijo de Andrés Acevedo Marrón).
Foto: Archivo de la familia
Acevedo Espinoza, tomada hacía 1990