Pilares centrales del devenir histórico, y de la
formación de la sociedad.
Dedicado
de manera especial a Doña Rufina Arroyo
Castro de Espinoza, por ser este el día
de su cumpleaños, y por ser un gran ‘Doña’.
Nuestras tradiciones son cultura y conocimiento,
valoremos nuestro legado.
La presente investigación no sigue lineamientos
gubernamentales, ni políticos de ninguna índole.
Somos Bajacalifornianos, no “Bajeños’.
Por
Ing. Alejandro Espinoza Arroyo
Viernes
08 de Junio de 2012
Patente
1660383.
Y
cómo ya he logrado entender que nuestras tradiciones son cultura y
conocimiento, les traigo en ésta narrativa algunos datos de la valiosa
intervención de “Las Doñas” para la formación y consolidación de nuestras
tradiciones, que con el paso del tiempo forman parte muy arraigada de nuestra
identidad, incluso de nuestra más profunda esencia.
Las “Doñas”, mujeres así llamadas por ser
personas entradas en edad, pero principalmente por ser emprendedoras, valientes,
abnegadas, entregadas, y pilares centrales de nuestra sociedad desde la rural,
hasta la citadina.
En
los parajes, ranchos, pueblos, y
ciudades de la península de Baja California, y no sólo aquí, “Las Doñas”, han jugado desde siempre un papel
sumamente variado, conociendo y desempeñando
todas las actividades propias de ellas, y más, mucho más que eso. Espero
que los lectores no se cansen, pues es mucha la información, y son muchos los
nombres.
Las parturientas y sus parteras, los enfermos y sus enfermeras, los
ancianitos y sus damas de compañía, los desvalidos y sus protectoras, los
moribundos y sus ángeles, los descarriados y sus consejeras, los viajeros y sus
anfitrionas, los niños huérfanos o ‘prestados’ por ellas criados; y cuántas más
actividades por las “Doñas” realizadas.
Quién
no recuerda, la mano amiga, el tibio aliento, la generosidad, o bien la determinación de nuestras mujeres
mayores, que desde su juventud hicieron notar la “Doña” que
llevaban dentro.
A lo largo de la historia, poco, muy poco en
realidad se ha tratado sobre sus contribuciones, y para no ir tan lejos les
narraré algunas peripecias de algunas de nuestras “Doñas” de Baja California”.
1.- Para muchas familias de Baja California,
nuestra primera “Doña” fue Loreto Castro de Espinoza: Originaria de Loreto,
Baja California Sur, en donde nació hacia 1758, perteneciente a la nación
cochimi, ancestral pueblo que habitó la mayor parte de la península, hasta
antes de la llegada del ambicioso azote español. Fue la esposa del solitario
español Juan Nepomuceno Espinoza, con quien
procreó a una decena de vástagos, quienes generosamente poblaron las vasta
geografía peninsular, de cuyo hijo mayor, Carlos, descendemos los ‘Espinoza’ de
El Rosario, Baja California.
Fue Loreto Castro conocida como “Mamá
Espinoza”, apodo que según la tradición oral, le impusieron de manera cariñosa
los misioneros, aunque cuando fue abuela, la familia la llamó “Nanita Loreto”.
Debido a su origen prehispánico, conocía de manera amplia las costumbres de su
pueblo, siendo ella quien trasmitió a sus descendientes costumbres, conocimientos de herbolaria y cocina, que
hasta nuestros días se acostumbran en nuestra familia. En su juventud, podía
correr al trote grandes distancias, y soportar la sed y el hambre de manera
insospechada. Utilizaba la honda, y trampas para atrapar codornices, conejos, y
otros animales silvestres; para la pesca utilizaba brazos de pitaya que
machacados en las pozas en la playa, causaba que los peces flotaran vivos,
donde ella los atrapaba a mano limpia. Valoraba el agua, los alimentos y la naturaleza de manera
frenética, lo cual enseñó a sus descendientes, aunque en mucho se ha perdido
aquella enseñanza.
Fue partera de sus hijas, y de muchas nuevas
madres durante toda su vida. Tenía la enseñanza para elaborar cestería a base
de ramas de árboles, sandalias con cuero crudo de conejo, liebre, venado, o
borrego, a las que llamaba “Teguas”.
Al enviudar Loreto en 1799, su hijo mayor
Carlos, de veintiún años de edad quien fue soldado de cuera de la corona
española, y nutriero mexicano, se hizo cargo de la familia, siendo el menor José Luciano de un par de añitos.
Loreto se dio a la tarea de sacar su familia
adelante, que nada fácil debió ser, sobretodo sabiendo que vivían en la más
abrupta soledad del desierto rosareño, siendo ella la que decidió que la
familia debía asentarse en El Rosario, cosa que hicieron en el verano del año
de 1800.
La “Mamá Espinoza, o Nanita Loreto”, fue la
madre fundadora de la familia ‘Espinoza” en Baja California, su hija María del
Carmen de la familia ‘Ortiz’ en El
Rosario, así como su hija Perfecta Escolástica, la fundadora de la familia
‘Ames’ en Baja California.
Las tatemas de cabeza de res en pozo, ha
pasado de generación en generación desde que ella la instituyó, al antiquísimo
estilo de la tatema de los agaves, por la comunidad prehispánica peninsular; de
igual manera la costumbre de tomar los tés de las hiervas del desierto y las
montañas que aun en la actualidad utilizamos: Hierva del venado, guata,
canutillo, del manso, de la gangrena, entre muchas otras.
Y hablando de ordeñas, quesos, mantequilla,
requesón, y todos los demás derivados de la leche, así como el huerto familiar,
la ‘quiebra’ de leña, los fogatas, los fogones, las hornillas, el pan, la
excavación de pozos para el agua, la costura, el fabricar jabón, son sólo algunas de la infinidad de
actividades de nuestras ‘Doñas’.
La matriarca, Doña Loreto Castro de Espinoza,
fue quien decidió que los ‘Espinoza’ se asentarían en El Rosario, falleció a la
edad de 80 años, en la casa de su hijo Carlos y su nuera Maria Dolores Salgado
Camacho, en 1838, justo cuando nació su nieto José del Carmen Espinoza Salgado,
quien fuera el padre de mi tatarabuelo Policarpo Espinoza Marrón, fallecido en
1928, a la edad de 70 años, en la misma casa donde murió Loreto, y nació José
del Carmen, en el propio pueblo de El Rosario, Baja California. Fue abuela
materna de los primeros Ortiz, y Ames, de Baja California.
A continuación asentaré los nombres de algunas de nuestras ‘Doñas’, todas
ellas con similares peculiaridades que las descritas con anterioridad, salvo
las costumbres prehispánicas de Loreto, y sabiendo que son muchísimas más Doñas
que existieron por toda la península, la
mayoría quedarán sin anotar, pues desconozco sus nombres, y tal vez alguna vez,
poco a poco se pueda mejorar esta parte del tema. –Tema: Actual palabra favorita adoptada, de la que abusan, y con la que creen que se adornan
los políticos en México-
Doña
Columba Savin de Aguilar, madre fundadora de la familia ‘Savin’ en El
Rosario, casada con Domingo Aguilar;
ambos provenían de las milenarias familias cochimi de “Viñatacot”, -como antes
de la llegada de los españoles se llamaba El Rosario-.
2.- Doña Maria del Carmen Espinoza Castro,
esposa que fue del español José Rito Ortiz, soldado de cuera de la corona
española, fue otra de las muy importantes “Doñas” de El Rosario. Para empezar
fue la madre fundadora de la familia Ortiz, en El Rosario, fueron ellos los que
construyeron la primera casa habitación en ese lugar hacia 1808; única
construcción existente en el cañón, sólo después de los dos asientos de la
misión.
3.- Doña Perfecta Escolástica Espinoza Castro,
madre fundadora de la familia ‘Ames’, en Baja California, fue la esposa del
norteamericano Julián Jesse Ames, quienes habiendo vivido algunos años en El
Rosario, donde se casaron, pasaron a vivir a La Grulla, y posteriormente al Rosarito del
Norte, más tarde a su rancho “Los Coches” en el área de San Diego, California.
4.- Doña Germana Ceseña, madre fundadora de la
familia ‘Acevedo’ en El Rosario, fue casada con el soldado de cuera, sonorense
de origen Eduardo Acevedo, fueron consuegros de Carlos Espinoza Castro y Maria
Dolores Salgado Camacho. Los Acevedo iniciaron en El Rosario, en 1827, año en
nace su hijo Loreto Acevedo Ceseña, quien casado con Maria Rita Espinoza
Salgado, dispersaron, a través de sus hijos el apellido por toda la región al
norte y sur de El Rosario.
5.- Doña Columba
Sevilla, originaria de San Borja, fue la madre fundadora, en la década de
1820 de la familia ‘Pellejeros’ en El
Rosario, quien casada con José Pellejero, de Santo Tomás, cuyo apellido era
‘Verdugo’ en realidad. Además de muchas de las actividades descritas en Loreto
Castro de Espinoza, trabajaron además la peletería, por esa razón al paso del
tiempo perdieron su apellido ‘Verdugo’, y se quedaron con el apodo
‘Pellejeros’.
Ildefonsa Espinoza Salgado, rosareña, madre
fundadora, en la década de 1850 de la familia ‘Montes’ en El Rosario, fue
casada con José Montes, originario de San Ignacio, Baja California Sur;
vivieron alternadamente en El Rosario, y la misión de San Fernando Velicatá,
donde ambos fallecieron y descansan.
6.- Doña Josefa Murillo de Vidaurrázaga,
sudcaliforniana, madre fundadora de la
familia ‘Vidaurrázaga’ en la península, fue casada en 1841, en Baja California
Sur con el euskera o vasco Tomás Vidaurrázaga. Esta familia trabajó también la
minería y la exploración, ya que Vidaurrázaga llegó a la península para buscar
la misión perdida, que según decían las leyendas se encuentra en el desierto
central de Baja California.
7.- Petra “Doña Petrita’ Pellejeros Sevilla, fue la
madre fundadora hacia 1850 de la familia “Marrón’ en El Rosario, fue casada con
Ignacio Marrón Murillo, aunque en ocasiones aparece como ‘Carrillo’. Algunos de
los primeros hijos de la familia Marrón de El Rosario prestaron servicio nada más,
ni nada menos que al gobierno del tirano y chacal Porfirio Diaz.
8.- Francisca “Doña Chica’ Véliz Osuna, madre
fundadora, de la familia ‘Peralta’ en El
Rosario, fue casada con Inocencio Peralta Aguiar, originarios de Comondú,
llegaron al pueblo a principios de la década de 1870.
9.- Pilar Meza de Collins, madre fundadora de la
familia ‘Collins’ en El Rosario, a donde llegaron a principios de la década de
1870, fue casada con Luis Collins Marrón. Esta familia se distinguió por su
alta productividad, pues además de todas las tareas ya citadas, elaboraban
azúcar de caña, en molino por ellos construido a base de madera de mezquite, y
palo fierro.
10.- Natalia
‘Doña Naty’ Collins Meza, rosareña, madre fundadora de la familia ‘Arce’ en El
Rosario, fue casada con Crisóstomo Arce Higuera, hacia 1890, originario de
Mulegé, Baja California Sur. Fueron los primeros que sembraron cacahuate en mi
tierra, aunque a la fecha ya nadie sabe eso, ni siembran. Se fueron de El
Rosario a San Vicente Ferrer, cuando ya
habían nacido la mayoría de sus hijos. En San Vicente Ferrer descansan la
mayoría de los ‘Arce’ de la primera generación.
11.- Gertrudis ‘Doña Tula’ Espinoza Marrón, Rosareña madre fundadora de la familia
‘Duarte’ en El Rosario, fue casada, a principios de la década de 1870, con el
sudcaliforniano Domingo Duarte Cossío, vivieron en El Rosario, y en el rancho
‘Los Mártires’, que hoy es propiedad de su bisnieto José Antonio ‘Birolgo’
Duarte Duarte.
13.- Doña
Encarnación Ortiz Aguilar, rosareña, madre fundadora de la familia ‘Valladolid’
en El Rosario, fue casada a principios de
la década de 1880 con el chihuahuense Manuel Valladolid Apodaca; fueron
padres de José Valladolid Ortiz, quien fue casado hacia 1920 con Dominga Duarte
Espinoza, y cómo si no tuvieran tantas actividades en su vida cotidiana, cada
diciembre preparaban hasta tres mil tamales para invitar a comer a la parientada,
y amigos en su casa, su casa que aún existe.
14.- Maria de Jesús “Doña Chuy’ Espinoza Marrón,
rosareña, madre fundadora de la familia ‘Loya’, fue casada en 1869 con el
chihuahuense Angel Loya Moreno, vivieron en El Rosario, y en El rancho ‘El
Rosarito de los Loya Espinoza’, hoy en ruinas, lugar donde descansan Angel Loya
Moreno, su hijo mayor Jesús, nacido en 1870, y varios otros de la familia.
15.- Doña Maria Rita Espinoza Salgado,
rosareña, madre fundadora de la familia ‘Ortega’ en El Rosario, fue casada en
terceras nupcias con Regino Ortega Murillo, originario de San Ignacio, Baja
California Sur. En la actualidad la única descendiente de ellos que habita en
El Rosario es, Mabel Ortega, casada con Salvador Eugenio Meling Espinoza.
16.- Doña
Tecla Peña Duarte de Grosso, sudcaliforniana de El Triunfo, madre fundadora a
principios de la década de 1890 de la familia ‘Grosso’ en Baja California, fue
casada con el italiano, originario de Génova, Eduardo Eugenio Grosso Boittard,
aunque en ocasiones lo pronuncian como “Guatare”.
Los Grosso Peña, aunque casados en Santa Rosalía,
Baja California Sur, radicaron en distintos puntos de Baja California, y
finalmente en El Rosario, donde vivían en el rancho ‘Buena Vista’, del que aún existen
algunas de sus originales construcciones, con uso bastante distinto al de
antaño, pues desde hace algunos años se utiliza como ‘Centro de Rehabilitación
de adictos’, esa terrible plaga existencial que afecta a chicos y grandes, a
pobres y a ricos, sin ninguna distinción, enfermedad tan común en nuestra
actual sociedad.
Maria del Cruz Duarte Espinoza, rosareña,
madre cofundadora de la familia ‘Villavicencio’ en El Rosario, fue casada, en
1893 con Anastasio Villavicencio Arce; les nació su primera hija ‘María
Severiana’, en su rancho ‘El Portezuelo’, el día el 25 de mayo de 1894,
vivieron en El Rosario, en la parte que se llevó el arroyo a mediados de la
década de 1970. Abraham Villavicencio Arce, hermano menor de Anastasio, fue
casado con su pariente cercana Simona Arce, también fundaron familia, les nació en El Rosario, su hija
‘Jesús’ el 15 de septiembre de 1896. Los hermanos Villavicencio Arce fueron
originarios de San Ignacio, Baja California Sur, al igual que Simona Arce.
17.- Doña Manuelita Arce, sudcaliforniana,
una de las madres fundadoras de la familia ‘Murillo’ en El Rosario, fue casada
a fines del siglo XIX con ‘N’ Murillo, padres de Don Marcelino Murillo Arce,
quien a su vez fue casado, hacia 1936, con Doña Bartola Peralta Murillo. Los
‘Murillo’ eran originarios de San Ignacio, Baja California Sur. Doña Manuelita
Arce tuvo una hermana llamada Rosario, quien falleció no hace mucho a los 110 diez años de edad, en
El Rosario, vivía en casa de su hijo Marcelino, en su rancho ‘El Descanso’.
Doña Jesús Acevedo Marrón, rosareña, madre
fundadora de una de las familias ‘Aguilar’, fue casada con el sudcaliforniano
Ruperto Aguilar, a principios del siglo XX.
18.- Maria de la Luz ‘Doña Luz’ Echeverría
Ortiz, rosareña, madre fundadora de la familia ‘Meza; en El Rosario, fue
casada, a principios de la segunda década del siglo XX con el Juez de origen
sudcaliforniano Francisco A. Meza Arce. ‘Doña Luz’ fue también profesora en El
Rosario, y comerciante, contaba con un restaurante, tienda, y gasolinera que se
llamaba ‘La Luz del día’, se encontraba en la entrada norte del pueblo, en el
preciso sitio donde ahora se localiza la única gasolinera de El Rosario,
descendiente de la original.
19.- Doña Leonor Loya Espinoza, rosareña,
madre fundadora de la familia ‘Romero” en El Rosario, fue casada, hacia 1909
con el sudcaliforniano Alberto Romero. A ella le tocó criar a la familia, ya
que su esposo se ausentó por décadas, y para cuando se volvieron a ver, ya eran
abuelos, y vivían en El Sauzal, cerca de la cuidad de Ensenada.
20.- Doña Octaviana Marrón Ortega, rosareña,
madre fundadora de la familia ‘Garcia’ en El Rosario, fue casada a principios
de 1908, con Ambrosio Garcia Guerrero, originario de Mulegé, Baja California
Sur. Fueron los padres de mi abuela paterna Maria Visitación Garcia Marrón. Los
descendientes ‘Garcia’ en línea directa actuales, viven en Ensenada.
21.- Doña Catalina Ortiz Aguilar, rosareña, madre fundadora de la familia ‘Meling’ en El
Rosario, fue casada a principios de la década de 1910 con el noruego,
originario de Fylke de Troms, Salvador
‘Chip’ Meling Olsen. Esta familia incorporó en las costumbres de la región
algunas recetas noruegas; aunque creo que son más bien utilizadas en la
actualidad por los Meling de Colonet, ya que los de El Rosario, están inmersos
en las costumbres alimenticias de mi tierra.
22.- Enriqueta Núñez Ortiz, rosareña que no
llegó a ser ‘Doña’ pues falleció alrededor de los 22 años de edad, pero sí
fundó un linaje; fue casada en El Rosario, en 1922, con el mestizo de alemán
Eduardo Reseck, fundadores de la familia ‘Reseck’ en El Rosario; procrearon
sólo un hijo, quien se llamó Benjamín, y fue conocido como ‘El viejo Benny’.
‘El viejo Benny’, fue casado con Doña Bertha ‘Güera’ Duarte Valladolid, quien
en edad avanzada vive en El Rosario.
23.- Doña Sofía Espinoza Peralta, rosareña, madre
fundadora de la familia ‘Salizzoni’ en Baja California, fue casada a principios
de la década de 1930 con el italiano Piero Domingo Salizzoni Rigotti. Desde
luego ésta familia incorporó al igual que la ‘Grosso’ infinidad de recetas de
la cocina italiana en nuestras familias, principalmente el espagueti y el queso
parmesano.
24.- Doña Matea Duarte Peralta, rosareña,
madre fundadora de la familia ‘Martinez’ en El Rosario, se casó en 1933 con el
colimense José Martinez Radillo, quien trajo la carpintería a El Rosario,
dedicado por décadas a elaborar los ataúdes para los que se fueron primero que
él. Esta familia no es muy numerosa en miembros. De Doña Matea, admiro mucho la fortaleza que tuvo, pues
antes de fallecer, en 1999, sepultó en
1975 a su esposo, y en los siguientes veinte años, a cinco de sus seis hijos,
situación sumamente difícil para cualquier persona.
25.- Victoria Castillo, bajacaliforniana, madre
fundadora de la familia ‘Villalobos’ en El Rosario, fue casada, hacia 1937, con
Eustaquio Villalobos Meléndrez, originario de Calmalli, Baja California,
descendiente de la familia fundada en Baja California, por Doña Susana
Ceseña y Guadalupe Aniceto Meléndrez
Orantes, radicados en La Grulla. Según datos existentes Doña Susana Ceseña
falleció en Ensenada en 1900, a la edad de 125 años; lo cual significa que
nació en 1775, esa es una laaarga vida; y fue madre del
héroe bajacaliforniano: Antonio Maria
Meléndrez Ceseña, quien en 1854, expulsó de aquí al filibustero roba vacas,
asesino y saqueador William Walker, quien pretendía separar a Baja California,
y Sonora de México, y fundar la república independiente de ‘Sonora - ‘Baja
California’, la que contaría con bandera de ‘Dos Estrellas’.
26.- Doña Guadalupe “Lupe la de Toba’ Duarte
Valladolid, rosareña casada en la década de los 1930, con el sudcaliforniano
Angel de la Toba Fuentes.
27.- Doña María Espinoza Peralta, rosareña,
madre fundadora de la familia ‘Arauz’ en El Rosario, fue casada hacia 1940 con
Ricardo ‘Chino’ Arauz Armenta. En segundas nupcias de Ricardo Arauz Armenta con
Amelia Marquez Cervera son cofundadores de los ‘Arauz’ de El Rosario. Los Arauz
en Baja california, provienen del Chileno Francisco Arauz.
28.- Josefa de los Reyes ‘Tiqui’ Espinoza
Peralta, rosareña fundadora de la familia ‘Delgadillo’ en El Rosario, casada en
la década de los 1940 con el jalisciense Enrique Delgadillo Dávalos.
29.- Francisca ‘Jirto’ Espinoza Peralta,
rosareña fundadora de la familia ‘Covarrubias’, casada en la década de los 1940
con Roberto Covarrubias.
Otras
‘Doñas’ que aunque no son cabeza de linajes, son de alta importancia para todos
nosotros.
30.- Gertrudis, Juana, y Dorotea, Ortiz
Aguilar, trabajaron al igual que todas las ‘Doñas’, pero además ellas por
herencia de su abuela Maria del Carmen Espinoza Castro, y su madre Josefa
Aguilar Savin, cuidaban los dos sitios de la misión, y la cuidaban a fuego, si
era necesario, pues bien sabemos que siempre han existido los ‘busca tesoros’,
que llegan excavan, destruyen y la mayor de las veces no encuentran mas que
tierra debajo de la tierra, y por lo mermado de su inteligencia a causa de la
codicia por el ‘tesoro’, no alcanzan a distinguir que el tesoro, es lo que
están destruyendo. Las hermanas Ortiz, fueron además institutrices, ellas
apoyaron durante décadas a los ‘preceptores’ en la enseñanza de los niños en
las escuelas rosareñas, Elemental Mixta numero IV, y VI.
31.- Doña María Visitación Garcia Marrón,
rosareña, mi abuela, fue una muy trabajadora mujer, elaboraba de manera
exquisita todas las recetas que conocía; en todas sus actividades era esmerada
como pocas persona de las que he conocido. Sus quesos no tenían igual. Fue
casada con Alejandro ‘Negro’ Espinoza Peralta, en El Rosario, en 1933.
32.- Isabel ‘Doña Chavelita’ Espinoza Romo,
rosareña, una de las mas reconocidas parteras en El Rosario, fue casada, hacia
1932, con Amadeo ‘Quitito’ Peralta Murillo, uno de los mejores vinateros que
han existido en mi tierra.
Anna ‘Doña Anita’ Grosso Peña, rosareña,
casada con, hacia 1932 con Heraclio Espinoza Peralta, es una destacada ‘Doña’
en El Rosario.
33- Doña Anita, se quedó a vivir con su
familia en la casa que heredó de su suegro Santiago Espinoza Peralta (mi
bisabuelo), cuya propiedad había sido comprada por mi bisabuelo a la familia
del profesor Dosal. En ese lugar mi bisabuelo tenia una gasolinera, que después
‘Doña Anita’ atendió junto con un restaurante, que en la actualidad existe y
era conocido como ‘Casa Espinoza’, y hoy ‘Mamá Espinoza’, es reconocido
internacionalmente, donde han pernoctado todo tipo de personajes, entre ellos,
investigadores del National Geographic, científicos, historiadores, ,
corredores de carreras ‘Fuera de Caminos’, mal llamadas ‘Carreras Baja’; y cómo
habrían de faltar, los políticos, que también se dan cita en la casa de Doña
Anita.
‘Doña Anita’ fue quien llevó a El Rosario a
los doctores ‘Samaritanos del Aire’, en
la actualidad se encuentra una clínica construida por norteamericanos, en su
honor lleva su nombre. El trabajo que Doña Anita ha entregado a nuestra tierra
es muy amplio, por tal razón ha sido reconocida en infinidad de ocasiones, con
distinciones como: ‘Forjadora de Baja California’. Doña Anna Grosso Peña, fue
la hija menor de Eduardo Eugenio Grosso Boittard y Tecla Peña Duarte, nació en
El Rosario el 16 de Octubre de 1908, o de 1910. En Una entrevista que me
concedió en 1992, me dijo que en 1908, y que la registraron en 1910, junto con
Elena Meza Echeverría. Vive en El Rosario a más de 100 años de edad, con lo que
ha ganado otra distinción, la de sobrevivir a todos los de su generación, no se
diga a la de sus padres y abuelos.
34.- Doña Sara Orduño Ortega, originaria de
San Regis, de la región de San Borjas, fue otra de las más reconocidas
parteras, falleció en la década de 1980.
35.- Doña Amelia Márquez Cervera, partera que
actualmente vive en El Rosario, aunque esa actividad ya casi no es socorrida a causa
de la llegada de los hospitales del sector salud.
36.- Francisca ‘Doña Pachita’ Vidaurrázaga
Peralta, rosareña, casada hacia 1932 con Serapio Garcia marrón.
37.- Silverie Garcia Marrón, rosareña, casada
hacia 1940 con Bárbaro ‘Tabaco’ Duarte Peralta.
38.- Gertrudis Duarte Valladolid, rosareña,
casada en la década de los 1930 con Lázaro Peralta Acevedo; nos deleitaron a
todos en el pueblo todas las navidades con las tamaladas, barbacoa, y otras
ricas comidas de aquélla tradición rosareña, de reunir al pueblo bajo la
hospitalidad de alguna familia.
39.- Celestina ‘Doña Cuti’ Duarte Valladolid,
rosareña casada en la década de los 1930 con Norberto ‘Yoti’ Espinoza Romo. Doña Cuti, atendía su
restaurante, mientras que ‘Yoti’ despachaba gasolina a los escasos carros que
circulaban por el pueblo. Su gasolinera era un pequeño cuarto de bloque en el
que guardaba unos seis tambos de 200 litros cada uno, cuando llegaba un
cliente, sacaba gasolina en latas, o en galones y en remolino a gravedad la
vaciaba al tanque del auto. Existían otras ‘Gasolineras’ como aquella, que pertenecían
a su hermano Alfonso ‘Rey’ Espinoza Romo, de Alejandro ‘Negro’ Espinoza Peralta
(mi abuelo), Salvador ‘Cuatito’ Duarte Valladolid. Todas aquellas gasolineras
eran abastecidas desde un depósito ubicado en san Quintín, propiedad de David
Ojeda Ochoa y socios.
40.- Filipina ‘Doña Fili’ Duarte Valladolid,
rosareña casada en la década de los 1940 con Alfonso ‘Rey’ Espinoza Romo, atendía
su tienda que se encontraba cerca de lo que hoy es la Delegación Municipal.
Otras
muy importantes Doñas de El Rosario.
Balbina Peralta Véliz, sudcaliforniana
casada en 1875 en El Rosario con Policarpo Espinoza Peralta (mis tatarabuelos).
Matea Murillo Smith casada con en la década
de los 1880 con Cenobio Peralta Véliz; sus hijas: Jacinta, Elvira, Bartola,
Victoria, Francisca, Maria, y Eloísa.
Victoriana Peralta Véliz, casada a
principios del siglo XX con Tomás Vidaurrázaga Murillo. Sus hijas Isabel
‘Chabela del Caracol Espinoza’, Josefa ‘Chepita del Tambo Espinoza’, Francisca
‘Pachita de Lapo García’, y Artemisa, Hilaria Gonzalez Espinoza casada con Cruz
Sandez Aguilar; Cruz Sandez, esposa que fue del sudcaliforniano, de San José
del Cabo, Gilberto Salgado Cota, Francisca Osuna Carranco, sudcaliforniana,
esposa que fue de Eduardo ‘Lalo’ Espinoza Vidaurrázaga.
Lucía Espinoza Arce, rosareña, casada en la
década de los 1940, con Cristóbal Gilbert López, del valle de Las Palmas, Baja
California, quienes procrearon a su familia, en un paraje conocido como
‘Cerrito Blanco’ en la zona del desierto central, cerca de la laguna seca de
Chapala, vivieron también en El Rosario.
Según dato de su hija Elizabeth, su madre Lucía Falleció en la Colonia Vicente
Guerrero, en junio del 2000. Otra rama de ‘Gilbert’ en El Rosario viene de
Aurora Peralta Espinoza, rosareña, casada hacia 1950, con Cristóbal Gilbert
(hijo). Camila ‘Doña Camilita’ Jiménez de Servín, quien hace poco falleció con
cerca de 100 años de edad, llegó con su familia a El Rosario, en 1954, en el
grupo de San Vicentito, entre los que se encontraban mi abuelo, mi madre y sus
hermanos; al igual que la señora María Ortega, esposa de Don Natividad Gómez
Camacho. Anna Espinoza Peralta, rosareña, casada en la década de los 1940 con
el Defeño Jesús Viera Arista, fundaron ese linaje en El Rosario.
Sé de otras valiosas ‘Doñas’
“Nela Villavicencio” de Bahía de Los Ángeles
(abuela de mi amigo Miguel ‘Cantor Alcázar), quien aprendió del chino Liumindó
sobre la cocina china. Doña Maria Lomelí de Jiménez de San Quintín; y del ejido
Nuevo Uruapan de El Rosario, a Maria Jiménez de Vera, Juanita de Zacarías,
Francisca ‘Panchita’ Garcia de Carreras, Gregoria Carranza de Lara, Catalina Chávez,
Cemerina Lara de Beltrán, Maria Amezcua de Gonzalez, Maria Luisa ‘Doña Licha’
de Gonzalez, la señora ‘Mares’, esposa de Prisciliano Mares.
Las
‘Doñas’ de los viejos caminos peninsulares.
Ramona Valladolid Duarte, esposa de Elías
Meza Echeverría, en El Consuelo restaurant, Francisca Acevedo Ruiz casada con
Onofre Collins Sandez, en distinto tiempo del consuelo restaurant, Genoveva
Acevedo Saiz, esposa del viejo vaquero Isidoro Aguilar Amador, en el rancho ‘El
Arenoso’, Etelvina Peralta Solorio, esposa de Marcelino Cajeme García, en el
rancho “El Progreso’, la Yaqui Francisca Tena Garcia de Romero, del ‘Sonora
Café’; Adela Peralta Acevedo, esposa de Arturo Grosso Peña, en el rancho
‘Laguna Seca de Chapala’; Artemisa Quiñonez, casada con Felix Cota, en el
rancho ‘La Bachata’, en Punta Prieta…
Con las que más de cerca conviví, fue con mi
abuela María Visitación, sus hermanas Natividad y Silverie García Marrón; en
Sonora Petrita Gaxiola, esposa de David Dicochea, Artemisa Núñez, esposa de
José Castañeda, Arminda Bernal, casada con Ruperto Celaya; en Mexicali Doña
Alicia Duarte Tanori, esposa del sonorense Jesús Téllez García, Sara Sánchez
Santillán, esposa de Raúl Torres; y en Tijuana con Isabel ‘Doña Chavelita’
García Paredes.
A
todas quienes aquí aparecen, y a las que no, les brindo mis respetos,
reconociendo que sin ellas, otra sería nuestra sociedad, otros serían nuestros
valores, otros seríamos en lo más recóndito de nuestro ser.
AUTOR
DEL ARTÍCULO:
ING.
ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO
EL
ROSARIO, BAJA CALIFORNIA, MEXICO
A 08 DE
JUNIO DE 2012.
El presente
es trabajo intelectual de su autor, quien lo tiene protegido bajo
patente 1660383, se permite su uso, siempre y cuando se otorguen los créditos
correspondientes, y no se utilice con fines de lucro, comerciales, ni
políticos.
NOTA: Doña Rufina Arroyo
Castro, (mi madre), nació en Numarán, Michoacán, México el 08 de Junio de 1940,
llegó a El Rosario, en 1954, casándose con Julio Espinoza García el 17 de Abril
de 1957.
Nuestras tradiciones son cultura y conocimiento,
valoremos nuestro legado.
La presente investigación no sigue lineamientos
gubernamentales, ni políticos de ninguna índole.
Somos Bajacalifornianos, no “Bajeños’.