De primordial y elemental justicia es reconocer a las personas que en la vida caminan del mismo lado, o por un sendero paralelo al que uno camina; y así, en esta vida me he encontrado con infinidad de personas que con su valioso apoyo nos ayudan a engrandecernos, no solo a uno mismo, sino como en este caso a toda nuestra comunidad; entiendo que lo hace, porque ya de por si, es una gran persona.
Mi amigo el arquitecto Miguel Alcazar Sánchez, a quien desde hace muchos me dio por llamarlo “CANTOR ALCAZAR, pues la primera vez que lo vi cantaba, él ha sido para nosotros los rosareños un gran apoyo, pues es quien de manera gentil me ha apoyado en organizar en Internet para la difusión de mis trabajos, que se refieren a nuestro legado histórico, genealógico, y de tradiciones.
Mi mas amplio reconocimiento y agradecimiento hacia él, ya que sabiendo que siempre me encuentro escribiendo la microhistoria de mi pueblo, y dentro de lo posible de la región norte de la península de Baja California; fue el arquitecto Alcazar, quien me insistió para que conforme fuera escribiendo mis trabajos, los fuera subiendo al Internet, y con esto, mis posibles lectores, no tendrían que esperar a que saliera el nuevo libro.
Y como las ideas las debe llevar a la practica aquel que las tiene, pues luego le sugerí, que me apoyara en tal tarea, ya que el conocimiento de él en estos menesteres, es bastante amplio; Así que diseñó la página, y artículo por artículo los ha subido al Internet, siendo esta tarea por él realizada, lo que ha hecho posible que los amables lectores, tengan actualizada la información en Internet, y con ello puedan ir conociendo conforme voy escribiendo mis sencillos trabajos.
Descendiente de la antiquísima familia VILLAVICENCIO, de la región de San Ignacio, Baja California, Sur, es el arquitecto Alcazar una valiosa persona que por sus venas corre sangre de artista, no en vano lo he llamado “Cantoralcazar”; y es que además de ser arquitecto, ya de por si una profesión artística, es también un excelente cantante de nuestra bonita música ranchera mexicana.
Es quien lleva la voz cantante en un mariachi, por cuya razón le he pedido, que nos haga el honor de grabar el corrido de “LAS ESPINOZA”, que compusiera en 1964, Eduardo “Lalo” Espinoza Vidaurrázaga, y que Fernando “Suriano” Acevedo Espinoza, cantara durante muchos años en El Rosario, y que en la década de los ochentas el grupo “LOS BUITRES DEL NORTE”, grabaran en disco por primera vez.
Bueno pues ya aceptó mi petición, y tan pronto como grabe el corrido en el cual “Lalo Espinoza”, relata la forma en como perdieron la vida en 1964, en El Rosario, mis tías Gloria y Violanda de Montserrat Espinoza Romero, hermanas de mi abuelo Alejandro “Negro” Espinoza Peralta; lo subiremos al Internet, o mejor dicho, lo subirá a Internet.
Le he pedido además, que a este artículo le agregue fotos de sus “cantadas”, de su familia, de su vida diaria, y las que consideren compartir con nosotros.
Por otra parte, y reconociendo la sangre artística del buen amigo, le he pedido que agregue a esta página, algunas de sus canciones rancheras.
En uno de sus tantos viajes por los caminos peninsulares, ha escrito en su propia página de Internet, sobre los paisajes, y las peculiaridades de los sitios que recorre, haciéndole además grata publicidad a El Rosario.
Dentro de las fotos que sería bueno agregar a este articulo, le digo, son de las “surfeadas”, ya que es de los mexicanos “surfeadores”, principalmente de las olas de San Miguel, en Ensenada; así que nos podremos imaginar al amigo “Cantoralcazar”, que cuando no está con el mariachi, anda surfeando, o bien proyectando en los pliegos que su imaginación le da, y muy a menudo elaborando propuestas para concursos de obras públicas; y por si no fuera suficiente, tiene además que estar haciendo los “arreglos”, para subir los artículos que un dizque escritor rosareño le envía, para que algún posible lector los tenga a disposición.
BREVES RELATOS ACERCA DE SU FAMILIA:
Su señora madre, Irma Sánchez Villavicencio, aunque descendiente de San Ignacio, Baja California, Sur, nació en Bahía de los Ángeles, baja California, el día 4 de marzo de 1945, hija de Manuela “Nela” Villavicencio Arce, oriunda de San Ignacio, Baja California Sur. En Bahía de Los Ángeles, ampliamente convivió, con las laboriosas familias de Tilongo Smith, Antero Díaz, Don Félix Cota, los Gaxiola, Meza, Fuerte, Ceseña, Espinoza, Maclis, y con uno de los mas longevos: Gabriel “Biel” Meza, así como a su hermano Mauricio; quienes vivían en el pueblo de Nuevo Rosarito, sin olvidar al callado y laborioso chino: Liumindó; y algunas otras familias que vivían en las cercanías de la bahía.
Los lugares recorridos por Irma Sánchez Villavicencio, en aquella su niñez eran, “Las Animas”, “La Gringa”, “Valle de Guadalupe”, “Misión de San Francisco de Borja”, “Nuevo Rosarito”, “Punta Prieta”, “Santa Rosaliita”, “La Bachata”, “San Regis”, “Agua Higuera”, y algunos sitios mineros, entre otros parajes de aquella desértica y paradisíaca región peninsular.
Aunque pasó por entero su niñez y juventud en Ensenada, constantemente viajaba con su madre “Nela”, con rumbo a Bahía de los Ángeles, siempre de “raite”, en los troques de don Antero Díaz, que eran manejados por Tilongo Smith, o por su hijo Fermín Smith.
Cuando iban de Ensenada a Bahía de los Ángeles, los troques viajaban repletos de mercancías que Don Antero Díaz expendía en el desierto; pero cuando viajaban de Bahía a Ensenada, lo hacían repletos de caguamas, que eran ansiosamente esperadas por los comensales de Ensenada, y por los turistas que arribaban al puerto para saborear el sabroso jugo de caguama con vino tinto, y su carne en tacos de maíz, con bastante limón, y salsa…La guía de cada cargamento de caguama la entregaban en El Rosario, en cuyo lugar se encontraba la oficina mas cercana de pesca, y donde siempre bajaban varias caguamas, ya sea que las vendieran, las regalaran, o las intercambiaran por algún otro bien en mi tierra.
-Mi abuelo Alejandro “Negro” Espinoza Peralta, en El Rosario, siempre estaba a la caza de caguamas; siempre nos decía:
¡Voy a ver si puedo arponear una caguama en los troques de Antero!
Cómo se habrían de olvidar en esta narración los espectaculares amaneceres, las asombrosas puestas de sol, y las hermosas, cálidas y serenas noches de verano; así como los terribles vientos “toritos”, que golpean la bahía de mar a tierra. Sus islas: Ángel de la Guarda, Cola de Caballo, Smith, Roca partida, San Lorenzo, y la mundialmente famosa Isla Rasa, cuna de miles de ejemplares de gaviotas y gallitos, que anidan en su seno entre marzo y junio de cada año.
Volviendo a la abuela del arquitecto “Cantoralcazar”, por parte de madre, como ya ha quedado dicho, fue la señora Manuela Epifania Villavicencio Arce, cariñosamente llamada “La Nela”, aquella que de chica vivió en San Ignacio, de joven en Bahía de los Ángeles, y quien por cierto transmitiera las costumbres bajacalifornianas a su hija, y de ella a sus nietos, siendo la principal razón por la que nuestro homenajeado quiera entrañablemente a nuestra tierra peninsular. Según comentarios del “Cantoralcazar”, su abuela “Nela” preparaba rica machaca seca y fresca de langosta, aunque para él su platillo favorito eran los frijoles refritos con queso y tortillas de harina de la abuela.
Por cierto que en ésta navidad del 2010, los hijos de la señora Irma Sánchez Villavicencio, le han pedido que prepare las empanadas “chinas”, que no son otras que las que el laborioso chino Liumindó, enseñó a preparar a “La Nela”, cuando ella de joven trabajaba en una cocina que él poseía en Bahía de los Ángeles, y que allí atendían a los mineros, entre ellos al gran William “Willy” Cochran Flores.
Las tales empanadas, que el chino enseñó a “La Nela”, y ella a su vez a su hija Irma, madre del Cantoralcazar, cuya receta es como la describió la señora Irma cuando la entrevisté; Las describió de la siguiente manera:
“Se extiende la tortilla de harina, se le agrega carne molida de res, con un poco también molida de puerco, apio, cebolla, jengibre, y salsa de soya. Después se cierra la empanada, y se cosen en agua hirviendo; y las que sobren de la primer comida, se fríen en aceite al día siguiente”.
Por cierto que, Liumindó, en El Rosario, antes de irse a vivir a Bahía de los Ángeles, usaba trenza larga, fue cocinero en casa de mis bisabuelos Espinoza, les preparaba, entre muchos otros platillos “chinos”, esas empanadas, que mis familiares degustaban con especial y voraz apetito.
Volviendo a la Bahía, cómo olvidar aquellas anécdotas de los mayores, cuando hablaban de las inmensas profundidades del “Canal de Ballenas”, que se localiza frente a la serena bahía; que con sus casi tres kilómetros de profundidad, le da alojamiento al tiburón ballena, a las ballenas migrantes, a los calamares gigantes, y la popular tortuga “Golfina”, mejor conocida aquí como: Caguama, alrededor de la cual se generó hace algunas décadas, un comercio ampliamente socorrido por los comensales, que buscaban su sabroso jugo con vino tinto, y las “Cahuamadas”, ahora llamadas “Caguamanta”, en alusión y remedo de aquel tan socorrido platillo del ayer, el que por poco y lleva a la extinción a estos nobles seres: La tortuga marina.
Cuando por la vena de un ser humano corre sangre de artista, se dice que es un ser un tanto loco, de lo cual se deriva que de:
! Artista, poeta y loco, todos tenemos un poco!, y en quien mejor de las gentes que conozco, podríamos apreciar la mente de uno de estos personajes; pues creo que en otro de mis amigos universitarios, el también arquitecto Jorge Bernal Raya, quien al respecto, nos comenta en una de sus abstracciones, que:
Una vez un niño que se llamaba “Ab”, caminaba solitario por una de las veredas de su vida, y que,...
Mejor les transcribo de sus propias letras, la narración a la que me refiero, para poder darles a entender de manera mas clara, lo que entiendo por un artista; es decir como entiendo al “Cantoralcazar”, y a las personas que son como él.
En la plática que el arquitecto Bernal Raya, sostiene consigo mismo, se convierte en claro, según yo, en claro ejemplo del espíritu de este tipo de personas. Dice Bernal:
“Hubo una vez un niño de ocho años de edad, que se llamaba Ab.
Ab vivía en una tierra lejana y un poco áspera...
Era un niño muy distraído; su cabeza siempre estaba llena de pensamientos.
Tenía tantos, que a veces resbalaban por su frente y caían al suelo para no ser vistos ni oídos nunca más...
Cierto día, caminaba Ab por una de las veredas de su vida; tan distraído como siempre…
Pues bien, por no fijarse por donde iba, tropezó con una pequeña piedra, cayendo al suelo de rodillas, pero sin lastimarse; Cuando se disponía a levantarse, notó que uno de sus pensamientos yacía en el suelo, abandonado...
Sintiéndose un poco apenado, lo levantó; y cuando lo llevaba en sus manos para ponerlo en su frente, se dio cuenta que el pensamiento, que momentos antes había sido una pequeña masa sin forma definida, se había convertido en un círculo plano, como una rueda, y dentro de su circunferencia se veía algo asombroso!
Un inmenso cielo azul! Hermoso; con nubes que parecían estar hechas de algodón, y que se movían suavemente, estirándose y comprimiéndose, como queriendo llamar su atención…
¡Su pensamiento se había convertido en una ventana hacía otro mundo!
Al ver esta maravilla en sus manos, sintió un deseo incontrolable de entrar...
Acercó su cara hasta casi rozar con la nariz el límite de ese mundo fascinante, que solo consistía de un cielo grandiosamente azul, poblado por nubes que parecían tener vida!
No pudo resistirse más e introdujo su cabeza en la circunferencia de su pensamiento...
Al hacerlo, se comenzó a producir una corriente de aire, que lo jalaba con gran fuerza hacia su interior.
Curiosamente, el pequeño no sintió miedo alguno; se dejó llevar, y después de unos segundos se encontró dentro de ese mundo tan especial...
¡Su pensamiento ahora no consistía solo de cielo y nubes, sino que además contaba con caminos, ríos, árboles, animales, plantas y flores, gente amable que le daba la bienvenida, y otros niños, Que lo abrazaban gustosos!
Su pensamiento, ignorado y perdido, era un mundo lleno de belleza, en el que siempre había soñado vivir…
Olvidándose de todo lo que había afuera, se puso a jugar con los otros niños y con los animales; a disfrutar la belleza y los ricos olores de las plantas y las flores, los cantos de las aves; se bañó en el río, comió de las más ricas frutas, platicó con todas las personas que ahí había, disfrutando cada momento como nunca en su corta vida lo había hecho…
Era tanta su alegría, que no quería salir de su pensamiento; pero al cabo de un tiempo sintió que tenía que regresar, pues sus padres debían andarle buscando; así que no tuvo más remedio que despedirse de toda esa gente y de ese hermoso lugar y salir...
A partir de ese día, Ab comenzó a amar a todos sus pensamientos; y a cuidarlos, para no perder ni uno solo...
Muy a menudo regresaba al interior de ese, su más bello pensamiento, a gozar plenamente de su niñez!”
Jorge Bernal Raya. 19 de Octubre , 2010.
Creo que es más que elocuente, solo las personas que son capaces de llegar a esos niveles, pueden hablar, escribir, sentir, vivir, y creerse la vida de esa manera, nada los detiene, ni sus miedos mas intensos, ni sus dudas mas arteras, siempre empujan hacia delante. La fuerza para lograr semejante empuje la obtienen solo de su propio interior, de su propia convicción, de su propio coraje, y de su propia entrega.
En las ya varias décadas que llevo en esta vida he conocido a personas con ese talento, como los son: “Cantoralcazar”, Jorge Bernal Raya, Porfirio León Amador, Pablo “Flaco Corrales”, Leobardo Antonio “Quirino” Espinoza Peralta, Heraclio Manuel Espinoza Grosso, William James Cochran Flores, Don Panchito Núñez Cota, Gilberto Núñez Medina, “Lalo Espinoza Vidaurrázaga”, “El Guajiro”, Juan José Robles Meza, Federico Guillermo Reyes Álvarez, Serapio García Marrón, Francisco Arturo Arce Zepeda, Rigoberto Martín del Campo Marrón, Carlos Lazcano Sahagun, Francisco “Panchito” Rodríguez Duarte, Luciana Crosthwaite Breithnvash, Sara Sánchez Santillán, José Luís León Romero, José León Ramos, María Magdalena Jáuregui López, mi esposa, Alejandro “Negro” Espinoza Peralta: mi abuelo; María Visitación García Marrón: mi abuela; Antonio Chaidez, Miguel Agustín Téllez Duarte, Jesús Abel Loya Gaona, Abel Bercovich Pino, Joel Antonio Estamates Arroyo, Felipe Higuera Cochran; Santiago Reseck Duarte, Javier Villa Espinoza, Leobardo Espinoza Duarte, Carolina Espinoza Murillo, Nícida Patricia Collins Espinoza, Guilibaldo Espinoza Valladolid, Roberto Esteban Sevilla Ramírez, Edgar Antonio Castañeda Núñez, Antonio Leonel Duarte Higuera, Enrique Courtade Pedrero, Marco Antonio Uribe Rojo. ; mis tres hijos Alejandro, Laura Delia, y Magda Alejandra Espinoza Jáuregui, que la verdad, en este caso no tengo ni la menor idea a quién habrán sacado.
La lista es larga aun, pero hasta aquí la dejo por ahora, y es solo por mencionar algunos de esos seres a los que me he referido párrafos atrás, los que van para adelante contra viento y marea, esos “Quijotes”, los que dan un toque mágico a lo que hacen, por eso mismo, porque si creen en ellos.
–Mi hija Magda Alejandra, ahora de trece años, a sus nueve publicó un arreglo en un libro-
Creo que con los comentarios, aunque breves, se puede dejar por asentado el agradecimiento, a la gran labor, y utilidad que el apoyo del amigo “Cantoralcazar”, nos manifiesta de manera desinteresada, por ello: Mil gracias.
AUTOR DEL ARTÍCULO:
INGENIERO ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO
EL ROSARIO, BAJA CALIFORNIA, MEXICO
13 DE DICIEMBRE DEL 2010.
NOTAS RELEVANTES:
Miguel Alcazar Sánchez, es hijo del jalisciense Miguel Alcazar González ( Guadalajara, Jalisco, 9 de mayo de 1941 / + 11 Noviembre 2012), y de Irma Sánchez Villavicencio (Bahía de los Ángeles, Baja california, 4 de marzo de 1945 / + 16 Diciembre 2012).
Bisabuelos paternos*: Tomas Alcázar y Zenaida Barrón formaron la Familia Alcázar Barrón: José, Concepción, Mercedes, J. Javier (Abuelo del cantor Alcázar), Tomas, Trini, Lupita, Ma. de los Ángeles “Lica”, Luisa y Fernando.
Abuelos paternos: Javier Alcazar Barrón, y de Andrea González Pérez : Javier era filarmónico, en tal actividad lo encontró en junio de 1953, en Tijuana, Fray Felipe de Jesús López, párroco entonces del santuario de Guadalupe en Ensenada, así que lo invitó para que viajara a ese lugar, para que cantara en las misas, en un órgano que recién se había adquirido entonces, así que viajó a Ensenada, encargándose de tal actividad, después a sugerencia de Fray Felipe, mandó traer al resto de la familia de Guadalajara, Jalisco. La primera casa en Ensenada, de Javier Alcazar, abuelo del “Cantoralcazar”, fue el santuario de Guadalupe.
El abuelo Javier, era cantante de música sacra, daba clases de canto, y de música: Entonces pues ya sabemos el posible origen musical de “Cantoralcazar”.
Abuelos maternos de Miguel Alcazar Sánchez: Manuela Epifania “La Nela” Villavicencio Arce. Y Pedro Sánchez Soria
Bisabuelos Maternos de Miguel Alcazar Sánchez; los
padres de “La Nela”: Victoriano Villavicencio Murillo, (hijo legítimo de
Francisco Villavicencio y Manuela Murillo) nacido en San Ignacio, Baja California, Sur, el 23 de Diciembre
1885, (Bautizado en San Ignacio el 03 de Mayo de
1886)
Al fallecer Rosario Arce Liera, Victoriano Villavicencio Murillo se casa con Manuela Arce Liera, siendo sus hijos: Arturo, Victoria, y Antonio.
Por su parte Rosario Arce Liera, al casarse con Victoriano Villavicencio Murillo, ya tenía dos hijos, siendo: Carlos e Inés Sáenz Arce.
Esposa de Miguel Alcazar Sánchez: Cynthia Berenice Álvarez Ramírez (originaria de Torreón Coahuila)
Hermanos y sobrinos de Miguel Alcazar Sánchez: Hermanos: Irma, Lilián del Carmen y Rafael; Sobrinos: Hijos de su hermano Rafael: José Miguel Alcázar García, y Bosco Gabriel Alcázar Durazo, Hijos de su hermana Lilián del Carmen; Armando Malock Alcázar (quien cumple 2 años hoy)
Familia Alcazar Sánchez
Familia Alcazar Sánchez
El chino Liumindó, originalmente llegó de China a El Rosario, donde aprendió el idioma español, fue cocinero en la casa Espinoza, de mis bisabuelos Santiago Espinoza Peralta y Josefa peralta Ramírez; mi abuelo recordaba infinidad de anécdotas y vivencias del “Chinito de trenza larga”, falleció en Bahía de los Ángeles, a causa de la fiebre, jamás regresó a su tierra natal: La China Imperial, como ellos le llamaban entonces.
ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE LAS TORTUGAS DEL GOLFO DE CALIFORNIA.
Con respecto a la captura de caguamas, la que en décadas pasadas era una pesca legal en México, sin embargo al ejercer tan brutal presión sobre su población, se vio en grave riesgo de desaparecer como especie; fue esa la principal razón por la que las leyes mexicanas las protejan desde hace unos veinte años, con la finalidad de recuperarla población en su hábitat natural.
Cuando se pescaban, o mejor dicho cuando se arponeaban, por los pescadores, eran llevadas a la orilla, donde eran entregadas, para el caso de Bahía de los Ángeles, a Don Antero Díaz, quien las encerraba en un “almacén”, que en realidad era un corral techado, bien cerrado para evitar su escape, y regreso al mar.
Las tortugas eran en su mayoría, grandes especimenes, de 80, 100, 110, y 120 kilos; en su caparazón se le anotaba con números color blanco, el peso en kilos. Los camiones repletos con esa carga salían para Ensenada, donde eran entregadas en las “Caguamerias”, entro otras la del “TOTO”, que se ubicaba en la calle segunda, atrás del cinema California 70; en ese sitio trabajaba el “Güero” Valdez García, y sus hijos, quienes vivían en el rancho “El Tule”; el “Güero” era primo hermano de mi abuela María Visitación García Marrón.
Además de los troques de Antero Díaz, también llevaban cargamento con miles de toneladas de caguama, los troques de los hermanos Ceseña Smith: Arturo, “Güero”, Vidal, y Jesús “Pozolón”.
Hará unos veinticinco años, en Bahía de los Ángeles, un científico se dio a la tarea de reproducir en cautiverio a decenas de tortugas; a una de ellas que tomó de la naturaleza en edad adulta, le instaló sobre el caparazón un rastreador satelital, la soltó de nuevo, le dio seguimiento en su ruta migratoria.
La tortuga nadó por todo el golfo de California, hasta darle vuelta a la península; prosiguió su viaje cruzando el océano pacifico, hasta llegar al Japón, cuyo trayecto lo realizó me parece que en ocho meses, según lo que me relato el científico en dos ocasiones en que lo entrevisté en el propio criadero.
Aunque las tortugas en altamar son atacadas por tiburones, principalmente el blanco, estos depredadores le comen aleta por aleta, y la cabeza; sin embargo la suerte de aquella con el dispositivo tuvo la suficiente suerte.
En la actualidad aunque protegida por las leyes, es la tortuga “pescada” de manera furtiva, aunque en número menor; lo que si la depreda en forma grave, es por el saqueo de sus nidos, en las playas del sur de México, y algunos países de Centroamérica.
La forma que tradicionalmente se tiene para sacrificar a las caguamas por parte de los humanos, es sumamente cruel: Vivo el animalito le cortan aleta por aleta, luego le quitan con filoso cuchillo la parte del pecho, luego sacan sus carnes, y sus adentros, y por último, aun viva le cortan la cabeza. Lo hacen casi igual que los tiburones. ¡Qué pena!
Cuando se llega a capturar a alguien con carne de caguama, o con caguamas vivas, la cárcel es su siguiente morada, ya que en México, ese delito es sumamente grave, sin derecho a fianza; la perdida de la libertad por largos años, está garantizada para esos saqueadores.
José, Concepción, Mercedes, J. Javier (Abuelo del cantor Alcázar), Tomas, Trini, Lupita, Ma. de los Ángeles “Lica”, Luisa y Fernando
Hijos de J. Javier Alcázar Barrón y Andrea González Pérez casados en 1925 tuvieron 10 hijos, formando la Familia Alcázar González:
1.-Maria del Carmen+
2.-Maria Arminda
3.- Francisco Javier +
4.- Manuel de Jesús +
5.-Luis de Jesús +
6.-Jose Tomas + 30 Abril 2011
7.-Maria de Guadalupe
8.-Jose Miguel + 11 Noviembre 2012 (Papa del “Cantoralcazar”.) es el seguno en la foto, despues de la niña, de izq. a derecha, parte baja, lo abraza su hermana Maria de Guadalupe
9.-Jose Juan Bosco
10.-Gema Rocío Anunciata
José Miguel Alcázar González e Irma Sánchez Villavicencio formaron la Familia Alcázar Sánchez tuvieron 4 hijos:
1.- Irma Alcázar Sánchez
2.-Lilian del Carmen Alcázar Sánchez
3.- Miguel Alcázar Sánchez “Cantoralcazar
4.- Rafael Alcázar Sánchez
VIDEOS DEL "CANTORALCAZAR"
ARQ. MIGUEL ALCÁZAR SÁNCHEZ
1.- En vivo en La Monumental Villa Charra de Carlos Bowser en Tijuana B.C.
2.- Cielo Rojo
3.- Siete Leguas
4.- Pagina con mas información de su trabajo.
5.- Facebook
MIGUEL ALCAZAR (VIDEO) "EL CARIÑOSO"
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