"NUESTRA TIERRA SE LLAMA "BAJA CALIFORNIA", NO SE LLAMA "BAJA":
SOMOS "BAJACALIFORNIANOS", NO SOMOS "BAJEÑOS"... "Agradezco infinitamente a mi amigo ARQ. MIGUEL ALCÁZAR SÁNCHEZ, el apoyo que me ha brindado al diseñar ésta página y subir mis trabajos desde el año 2007"

miércoles, 29 de septiembre de 2021

A CINCUENTA AÑOS DE LA FUNDACION DEL COLEGIO DE INGENIEROS CIVILES DE ENSENADA: C.I.C.E.

A CINCUENTA AÑOS DE LA FUNDACION DEL COLEGIO DE INGENIEROS CIVILES DE ENSENADA: C.I.C.E.

 

POR: ING. ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO

EL ROSARIO, BAJA CALIFORNIA

12 de agosto de 2021

Artículo número 135

Protegido bajo patente 1660383.

 



NUESTRAS TRADICIONES SON CULTURA Y CONOCIMIENTO.

NUESTRA TIERRA SE LLAMA BAJA CALIFORNIA, NO “BAJA”

 

 

La ingeniería proviene del ingenio humano, por lo que todos tenemos algo de ingeniero: Y desde que la humanidad existe se ha visto inmersa en un mundo de necesidades por resolver, tanto es así, que habitando las cavernas se vio en la disyuntiva de preservarse o de sucumbir.

El frío intenso la hizo descubrir el fuego, el hambre la obligó a desarrollar la cacería y recolección, el calor agobiante a buscar los sitios con agua; la descomposición de sus alimentos a desarrollar su conservación, el breve tiempo que les duraba la vida, llevo a los primeros seres humanos a ingeniárselas para hacer pasar su conocimiento de generación en generación, principalmente la muy lenta fabricación de herramientas, que mas tarde habrían de utilizar para guerrear. Se puede decir que  con las primitivas necesidades del ser humano, lo llevaron al surgimiento del “ingenio”, que habría de fortalecerse al cabo de miles de generaciones en la primitiva ingeniería.

            Desde la era de las cavernas, y la edad de la piedra, se desarrolló  en todas los rincones del planeta el uso indistinto de enseres, aperos y herramientas primitivas, que al paso de los milenios, según el ingenio, se fueron perfeccionando, hasta llegar a las civilizaciones antiguas  como la china, egipcia, la Mesopotamia en sus cinco periodos, entre infinidad de otras culturas.

            Si del ingenio nace la ingeniería, tenemos entonces que el ingeniero existe desde la era de las cavernas, existiendo una vastedad de conocimientos entre el ingeniero primigenio y el actual, tanta como conocimiento hay, teniendo que dividir la ingeniería en amplia variedad de disciplinas en la actualidad.

            El primer ingeniero del que se tiene registro propiamente dicho, es de IMHOTEP, quien nació en Egipto el siglo XXVII, a. d. C., quien construyó la pirámide de Saqqarah, en el antiguo Egipto hacia el 2,550 a. d. C., por lo que se le puede ubicar con una antigüedad de unos 4,600 años.

            En tiempos más recientes nos encontramos con ARQUIMIDES DE SIRACUSA, quien existió del año 287 al 212 a. d. C., habiendo nacido en Siracusa, Italia, (Grecia Magna), y fue asesinado a las setenta y cinco años de edad por un soldado romano, cuando por ser un hombre de gran valía y sabiduría, se había prohibido causarle algún daño.

            Existe una fabula de la antigüedad que dice: “En la construcción de una gran obra, los hombres transportaban arrastrando masivos bloques de roca desde la cantera hasta el pie de la obra; en eso, uno de los trabajadores se detuvo observando un árbol y mientras los observaba ingenió que podrían talarlo, sacar dos trozos pequeños del tronco, colocar uno en cada extremo del tronco restante, aprovechando su redondez, obteniendo con ello un mecanismo, que colocado debajo de la roca, podría servir de eje y rodar con mínimo esfuerzo, sin tener que usar la fuerza bruta…, absorto en sus pensamientos estaba, cuando de repente llegó el jefe dándole un fuerte garrotazo en la cabeza, matándolo por haber abandonado su trabajo para estar contemplando inútilmente un árbol; con tal acción, aquel inepto jefe atrasó por milenios la aparición de la rueda”.

            La necesidad de transportar el agua a grandes distancias, mediante el ingenio hizo aparecer los acueductos; por las guerras: la catapulta,  pólvora, el arco y la flecha; por las herramientas: la minería y metalurgia; por conquistar los mares: la navegación por medio canoas, veleros, barcos, buques. Presente en muchos campos del saber,  ha estado desde siempre la ingeniería como principio de solución.

            En América, los primeros ingenieros construyeron las pirámides precolombinas y todas las ciudades de los imperios azteca, maya, purépecha, totonaca, tolteca e incaico, principalmente. Cabe destacar que a la llegada de los europeos, fue Hernán Cortés y sus huestes quienes construyeron navíos para atacar Tenochtitlán, que se podrían considerar como los primeros “ingenieros” europeos en el nuevo mundo. 

            Propiamente dicho, la preparación formal del ingeniero dio inicio en la escuela que cuenta con mayor antigüedad en América Latina,  fundada en México en 1792, llamado: “Real Seminario de Minería de México”. Anteriormente a su fundación solo se impartían cursos de medicina y farmacia en la Real y Pontificia Universidad de México.

            En México, dados los movimientos independentistas, se dejo de lado el impulso a la educación, siendo así que desde 1792, en que se fundó el Real Seminario de Minería, no se volvió a tomar cartas en el asunto, sino hasta 1883, año en que fue fundada la carrera de ingeniería industrial, dado que en ese tiempo, en el país existían unas tres mil empresas, en su gran mayoría de origen extranjero, que utilizaban maquinaria principalmente en minas.           

En 1900, habia en el país 250 estudiantes de ingeniería, en su totalidad hombres, siendo hasta el años de 1921 en que se registraron tres mujeres en todo el país.

En 1930, el día 11 de febrero, presentó su examen profesional la primera mujer ingeniero  mexicana, siendo ella: CONCEPCION MENDIZABAL MENDOZA, quien habia nacido en la ciudad de México, el 4 de marzo de 1883 y fallecido en la misma ciudad el 23 de noviembre de 1985, a la edad de 92 años. Cabe hacer hincapié que desde 1792, año en que se fundó el Real Seminario de Minería, y hasta 1930; es decir durante 138 años,  no existió ninguna mujer con el grado de ingeniero en México, hasta que lo logró ella, nuestro primer ingeniero civil mexicano.

            En Estados Unidos de América, la primera escuela de ingenieros se fundó en Nueva York el año de 1849, es decir, 57 años después que en México. Aquel país, tuvo en Emily Warren Roebling, a una de sus primeras mujeres con grado de ingeniero.

Para Baja California, sus primeros ingenieros fueron quienes realizaron los primeros trazos de los pueblos de la colonia Carlos Pacheco (Ensenada), San Quintín, Tía Juana, Mexicali y Tecate. Destacando que a principios de los 1900’s, otros primeros ingenieros civiles, topógrafos y geólogos, diseñaron, y construyeron el camino nacional, cruzando la sierra de Picachos: en “La Rumorosa”,  que unía a  Mexicali con Tecate, Tijuana y Ensenada, llamándolo “camino nacional”, con el ánimo de integrar a la Baja California con el resto del país, tratando de desligarla de sus nexos con California, Estados Unidos.

            En Ensenada, los primeros ingenieros fueron de origen extranjero, principalmente llegados a finales del siglo XIX, en las compañías “inglesa y americana”, dadas las concesiones de tierras que les otorgó el gobierno de Porfirio Díaz. Baste decir que desde 1880 a 1940, las minas y grandes extensiones de tierras bajacalifornianas se encontraban en manos casi exclusivamente extranjeras, con sus ingenieros también extranjeros, desde luego.

            Se puede decir que fue hasta muy entrado el siglo veinte en que  Ensenada  se “hizo” de ingenieros mexicanos; algunos nativos de la ciudad y de otros que arribaron de distintos lugares del país; principalmente los llegados durante la segunda guerra mundial, ya que fueron enviados por la presidencia de la república en apoyo para proteger la península de Baja California, por temor a que fuera invadida por fuerzas del eje: Japón-Alemania-Italia. Muchos de aquellos ingenieros se quedaron para siempre en Ensenada, mientras que otros regresaron a sus lugares de origen, donde descansan.

            Llegar a ser profesionista, hace unos décadas, no era tarea fácil, mucho menos lo era para los que nacimos en la campiña de la Baja California, vivíamos en los 1950´s por ejemplo, pero en la realidad parecía ser que estábamos a mediados de los 1700´s y principios de los 1800’s, pues el soñar siquiera con llegar a terminar la secundaria, eran sueños guajiros, ni qué decir con llegar a estudiar para ingeniero. Por principios de cuentas, en las ciudades de Baja California, apenas existía el nivel secundario, y alguna que otra escuela para secretariado.

La gran mayoría de los que se “iban a estudiar” a mediados del siglo veinte, era a la muy lejana ciudad de México, viajaban de ida y vuelta en rústicos camiones “rancheros”, por caminos terregosos o lodosos; con escasas pertenencias, muy poco dinero, pero con inmensas ilusiones de llegar a obtener algún grado académico, a base de hambres y todo tipo de esfuerzos, y tener que pasar por la tortura de ser “perro” al ingresar a la universidad.

             No solo les pasaba todo eso a los estudiantes de la Baja California, sino que esta situación la vivieron la inmensa mayoría de los mexicanos nacidos fuera de la metrópoli mexicana.

            Pero los tiempos cambian, también para nosotros los de rancho, de pequeños pueblos y ciudades, llegó el progreso, y fue así como se “hizo de mulas Petra”. Por principios de cuentas, a todos los territorios estatales mexicanos llegaron secundarias, preparatorias, universidades, e instituciones de posgrado. En Baja California, la universidad llegó en febrero de 1957; facilitando grandemente el que mayor numero de parroquianos aspiráramos a obtener estudios superiores, ya solo deberíamos trasladarnos a Mexicali, eso sí, con escasez infinita para muchos de los que allá estudiamos. Para fortuna de las nuevas generaciones, en casi todas las ciudades mexicanas, actualmente existe un amplio abanico de posibilidades y ofertas de estudios.

En el México del año de 1900, apenas doscientos cincuenta estudiantes de ingeniería existían, mientras que un siglo después, gracias al cúmulo de facilidades e instituciones de educación existentes, se pueden contar por miles o millones los que se encuentran en vías  de ser profesionistas, más otros millones de personas que ya lo somos; mientras que ahora el reto es contar con espacios educativos para todos, suficientes  fuentes de empleo y mantener en alta dignidad y prestigio nuestras respectivas profesiones. Existe también para nuestros estudiantes la oportunidad de intercambio educativo con universidades y tecnológicos de otros países, esperando que en ello, el país se vea engrandecido y no crezca la “fuga de cerebros”, regresando a nuestra sociedad lo que mucho nos ha dado.

La obra constructiva mexicana, antes dependiente de ingenieros y diseñadores del extranjero, en la actualidad realiza todo tipo de construcción pesada y diseño, que van desde magnas obras en aeropuertos, autopistas, minas, obras marítimas y costeras, puentes, presas, obras de minería, geología, hidrología, topo hidrometría, todo tipo de edificación, por citar parte del campo de desarrollo y acción.

 

 

COLEGIO DE INGENIEROS CIVILES DE ENSENADA, A CINCUENTA AÑOS DE SU FUNDACION.

 El Colegio de Ingenieros Civiles de Ensenada,  inició sus gestiones de fundación el 31 de marzo de 1971, cuando el Ingeniero Abigail Parra Quiroz en representación del  grupo de ingenieros fundadores,  solicitó ante la Instancia Federal el permiso correspondiente para la formación y fundación de este nuestro Colegio; siendo otorgado el permiso solicitado el día dos de septiembre de 1971; habiendo quedado formalmente concluida su  integración  el 18 de diciembre de 1971; e inscrito  en su momento ante  el Departamento de Profesiones del Estado de Baja California.

Desde tiempos primigenios  a la región de Ensenada  han arribado distintos personajes de todas las esferas sociales y de diversas ocupaciones, que en su actuar la han engrandecido. Fue así, que hace más de cincuenta años a la entonces pequeña  ciudad, arribaron desde distintos confines de la patria profesionales de la Ingeniería Civil, que se sumaron a los muy pocos ingenieros locales de aquellos ayeres.  Ante esta dinámica,  un grupo de ingenieros civiles optaron por integrarse  de manera colegiada, y con ello, enmarcar el ejercicio de la profesión en beneficio de la sociedad, fomentando las relaciones de los ingenieros civiles locales con sus similares del resto del país y del extranjero; con la misión de enaltecer  principalmente la Ingeniería Civil  y,  en general, el Arte y la Cultura; en tanto que prestaban su labor a la sociedad.

Cabe destacar que desde su fundación, el Colegio ha permanecido atento para apoyar a las  autoridades y a la sociedad a través de labores sociales, participando en comisiones de gestión y seguimiento, tantas como nos han sido requeridas ante el diario quehacer ciudadano; participando el colegio en la mayoría de ellas, con voz y voto, emitiendo de manera colegiada nuestras opiniones y posicionamientos profesionales;  como en el ordenamiento de la ciudad, así como en muy diversas disciplinas, coadyuvando entre otros, con los tres órdenes de gobierno, universidades,  Institutos de Cultura y de Artes, otros colegios de la rama, solo por citar algunos; a la vez que mantenemos estrecha relación con el quehacer de la ingeniería en México y el extranjero, a través de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la Republica Mexicana, de la cual formamos parte.

DE SUS DIEZ FUNDADORES:

Sus fundadores y primeros forjadores, fueron los ciudadanos ingenieros:

1.- ABIGAIL PARRA QUIROZ, Originario de Sonoyta, Sonora; donde nació el 5 de enero de 1932.

2.- FRANCISCO JAVIER BARRAZA SALAZAR, originario de Cananea, Sonora; donde nació en 26 de enero de 1940.

3.- JUAN CARLOS MACFARLAND CORONA, originario de El Oro, Estado de México; donde nació el 9 de marzo de 1918.

4.- VICTOR MANUEL GOMEZ BAÑUELOS, originario de Ensenada, Baja California; donde nació el 3 de marzo de 1936.

5.- JOSE RICARDO BARCENA ESCOBEDO, originario de Real del Monte, Hidalgo; donde nació el 7 de abril de 1906.

6.- FERNANDO HERNANDEZ DE LABRA, originario de Guayanes, Municipio de Zirandero, Guerrero; donde nació el 9 de septiembre de 1938.

7.- CALIFORNIA ODAH ZERTUCHE DE SANCHEZ. Originaria de Ensenada, Baja California; donde nació el 23 de abril de 1926.

8.- RUBEN CORRAL RASCON, originario de Chihuahua, Chihuahua; donde nació el 11 de febrero de 1924.

9.- JOSE EDUARDO RUIZ CASTRO, originario de San José del Cabo, Baja California, Sur; donde nació el 12 de enero de 1942.

10.- ALFREDO MEDINA VIDAURRI, originario de Juchipila, Zacatecas; donde nació el 12 de marzo de 1936.

Solo sobreviven en la actualidad los ingenieros José Eduardo Ruiz Castro y Alfredo Medina Vidaurri. El primero radica en San José del Cabo, Baja California, Sur; y el segundo en Ensenada, Baja California.

           

EL PRIMER CONSEJO DIRECTIVO POR EL BIENIO 1971-1973, FUE CONFORMADO POR:

 

PRESIDENTE: Ingeniero ABIGAIL PARRA QUIROZ.

PRIMER SECRETARIO: Ingeniero FRANCISCO JAVIER BARRAZA SALAZAR.

SEGUNDO SECRETARIO: Ingeniero JUAN CARLOS MACFARLAND CORONA.

TESORERO: Ingeniero GABRIEL GOMEZ BAÑUELOS.

PRIMER VOCAL: Ingeniero JOSE RICARDO BARCENA ESCOBEDO.

SEGUNDO VOCAL: Ingeniero FERNADO HERNANDEZ DE LABRA.

El Colegio de Ingenieros Civiles de Ensenada, en la actualidad lo representa el entrante XXVI Consejo Directivo: 2021-2023,  encabezado por el Ingeniero Carlos Brasil García Muñoz, por entrega que le hace el XXV Consejo directivo: 2019-2021 saliente, que fue representado por el Ingeniero Fabián René Ibarra López.

El Colegio de Ingenieros Civiles de Ensenada, desde su fundación ha sido encabezado partiendo del primer consejo directivo y hasta el vigésimo sexto, por los ingenieros:

1.- Abigail Parra Quiroz: Presidente Consejo Directivo I: 1971-1973

2.- Francisco Javier Barraza Salazar: Presidente Consejo Directivo II: 1973-1975

3.- Rafael Guerrero Chávez: Presidente Consejo Directivo III: 1975-1977

4.- Guillermo Sánchez Ceseña: Presidente Consejo Directivo IV: 1977-1979

5.- Gabriel Gómez Bañuelos: Presidente Consejo Directivo V: 1979-1981

6.- Luis Lugo Ramos: Presidente Consejo Directivo VI: 1981-1983

7.- Anastasio Vázquez González: Presidente Consejo Directivo VII: 1983-1985

8.- Francisco Hernández de Labra: Presidente Consejo Directivo VIII: 1985-1987

9.- Jorge Alejandro Parra Lázaro: 1 Presidente Consejo Directivo IX: 1987-1989

10.- Juan Francisco Órnelas González: Presidente Consejo Directivo X: 1989-1991

11.- Jorge Picket Briseño: Presidente Consejo Directivo XI: 1991-1993

12.- Ruben Ayub Martínez: Presidente Consejo Directivo XII: 1993-1995

13.- José Antonio Navarro: 1995-1997: XIII: Pedro Flores Arredondo (1996)

14.- Pedro Flores Arredondo: XIV: 1997-1999

15.- Cosme Frías Solís: XV: 1999-2001

16.- José Alfredo Salazar Juárez: XVI: José de la Luz Mendoza Díaz: 2001-2003

17.- José Virgilio Garibay Ruiz: Presidente Consejo Directivo XVII: 2003-2005

18.- Juan Manuel Falcón Pérez: Presidente Consejo Directivo XVIII: 2005-2007

19.- Jorge Adrian Arvizu Robles: Presidente Consejo Directivo XIX: 2007-2009

20.- Arturo Javier García González: Presidente Consejo Directivo XX: 2009-2011

21.- Fernando Tinajero Villavicencio: Presidente Consejo Directivo XXI: 2011-2013

22.- Cesar Ríos Patricio: Presidente Consejo Directivo XXII: 2013-2015

23.- Juan Carlos Ibarra Armenta: Presidente Consejo Directivo: XXIII: 2015-2017

24.- Héctor Ibarra Plazola: Presidente Consejo Directivo XXIV: 2017-2019

25.- Fabián René Ibarra López: Presidente Consejo Directivo XXV: 2019-2021

26.- Carlos Brasil García Muñoz: Presidente Consejo Directivo XXVI: 2021-2023.

            Existen representaciones de ingenieros civiles y de todas las profesiones en todo el país, mientras que en Baja California existen varios colegios en las ciudades de Ensenada, Tijuana, Playas de Rosarito, Tecate, Mexicali y San Quintín; así como federaciones nacionales e internacionales de colegios, barras y asociaciones de profesionistas.

            El campo de acción profesional de los socios del colegio, ha sido en la obra pública, privada, en el sector educativo, servicio público,  investigación, apoyo en la impartición de justicia, iniciativa privada, entre otras actividades.

En el Colegio de Ingenieros Civiles de Ensenada, desde su fundación, no ha sido representado por ninguna mujer, esperando que en tiempo cercano alguna compañera nos represente.

El más reciente miembro del colegio es el Ing. Héctor Villalobos Buelna, quien ingresó el pasado mes de julio de 2021; mientras que por ingresar se encuentra la Ing. Araceli Guadalupe Avíña Cervantes. Por parte de este autor, se asienta que forma parte de sus filas desde marzo de 1992.

 

Notas relevantes:

Dentro de los alcances de este trabajo, no ha sido posible asentar el nombre de todos los miembros socios que han existido en el colegio, ni el insertar los consejos directivos completos, tarea que se habrá de realizar en otra oportunidad.

Mi agradecimiento al Ing. Pedro Flores Arredondo y a la secretaria Luisa Zuleyca Villavicencio Estrada, por su apoyo para la obtención cronológica de los consejos directivos del colegio.

El presente trabajo no sigue líneas políticas, religiosas, ni económicas, surge como interés del autor por documentar en algo el devenir del colegio.

Se permite el uso del presente trabajo, solo para divulgación, otorgando y citando en todo momento los créditos correspondientes al autor, quien se reserva bajo patente 1660383 todos los derechos de autor sobre el mismo en México y el extranjero.