"NUESTRA TIERRA SE LLAMA "BAJA CALIFORNIA", NO SE LLAMA "BAJA":
SOMOS "BAJACALIFORNIANOS", NO SOMOS "BAJEÑOS"... "Agradezco infinitamente a mi amigo ARQ. MIGUEL ALCÁZAR SÁNCHEZ, el apoyo que me ha brindado al diseñar ésta página y subir mis trabajos desde el año 2007"

viernes, 24 de mayo de 2013

UN LLANITO EN EL PANTEON MISIONERO DE EL ROSARIO, BAJA CALIFORNIA.


Es en ese espacio donde descansan muchos de los primeros rosareños…


Por Ing. Alejandro Espinoza Arroyo
Artículo número 113
El Rosario, Baja California, México
Patente 1660383
“Somos de la Baja California, no de Baja”
‘Nuestras tradiciones son cultura y conocimiento, valoremos y conservemos nuestro legado’.
El presente trabajo no sigue lineamientos gubernamentales, religiosos, ni políticos de ninguna índole.
      Con preocupación, recientemente he escuchado algunas voces, sobretodo de gente joven, que se preguntan cuáles son las razones que tiene Héctor Espinoza Arroyo, delegado municipal de El Rosario, para no permitir que se sepulte a nadie en ‘El llanito’ que se encuentra justo en medio del camposanto.
      Por principios de cuentas les diré en esta relación, que es en ese llanito donde descansan nuestros fundadores, los representantes de nuestras ancestrales raíces, que tenemos presentes de manera tangible.
Y me pregunto: ¿Cómo poder profanar sus restos?, en el lugar en el que se supone que nosotros como sus descendientes, debemos proteger, cuidar, rendirles respeto, y hasta venerar.
¿Cómo se puede en un pueblo borrar el pasado, su historia, o lo poco que de ello quede?, cuando nuestra obligación, como seres inteligentes y con gratitud, es protegerla.
Y el que algunos crean que ‘El llanito’, es sólo eso,  tal vez no sepan que al excavar, se encuentran en cualquier lugar de ese sitio, hasta seis personas sepultadas, encimadas unas sobre otras, con diferentes alineamientos, lo que indica que al menos seis veces ha sido removida esa tierra del llanito en los últimos dos siglos.
En este breve relato asentaré los nombres de muchas de las personas que ahí se encuentran sepultadas, y para que al tener información, y documentarse, los que opinan que se debe sepultar allí a los nuevos fallecidos, nos digan a quiénes de sus antepasados debemos ‘sacar’ primero, en vez de dignificar el sitio donde descansan.
Ya he dejado constancia en múltiples artículos del origen misionero del panteón, fundado por la orden de los dominicos en 1802. Así también, he dejado anotadas infinidades de nombres de nuestros fundadores y forjadores, he escrito y dicho hasta el cansancio que en ese panteón fueron sepultados; pero ante las voces que he escuchado, creo que debo insistir.
     Otra preocupación que tengo, es que en algunos casos, para sepultar en la actualidad a los fallecidos, se les lleva en carros hasta el umbral del sepulcro, pasando por el llanito, o sea por encima de las tumbas, y no sólo eso, sino que cotidianamente algunas personas cruzan en sus autos, por ‘la calle’ del panteón.
Y por si eso fuera poco, el año 2012, en el llanito se instalaron puestos para venta de alimentos, cosa que no se puede, ni se debe permitir, ya que la falta de  espacio no es el problema, pues por fuera del camposanto se pueden colocar sin mayor problema.
Antes, llevábamos desde la iglesia al panteón a los fallecidos en hombros, y nos íbamos remudando, de dos en dos, o de cuatro en cuatro, para que nadie se cansara demasiado por el peso del ataúd y del cuerpo.
Se acostumbraba, no hace mucho tiempo, sepultar al fallecido por amigos de la familia, y no por los familiares, pues se les respetaba su situación de dolor; eso es algo que también se está perdiendo, pues muchos jóvenes se apartan para platicar, o se convierten en simples observadores ante dolor ajeno, al tener que lanzar la tierra encima del ser querido en su última morada.
Ahora que nos hemos dado a la tarea de construir el acceso fachada al panteón, cerraremos el acceso a los autos, sólo podrán entrar las carrosas, hasta unos veinte metros dentro del camposanto, pasando la entrada, hoy en construcción. Dejaremos  entradas peatonales, con ciertos andadores definidos según lo permita la ubicación de las tumbas.
Cualquier persona ajena al pueblo de El Rosario que visite el panteón, en las condiciones en que se encuentra hoy en día, se podrá preguntar: ¿Cómo es que este lugar data de 1802, si sus tumbas más antiguas son apenas de los años de los 1940?
En 1976, me di a la tarea de tomar fotografías y dibujar la ubicación de cada tumba, asimismo tomé nota de los nombres y fechas de cada una de ellas.
La segunda etapa de la dignificación del panteón, será posicionar las tumbas en el llanito, con nombre, apellidos, fechas de nacimiento y de fallecimiento de cada uno de nuestros familiares antepasados, los fundadores de El Rosario. La primera etapa de dignificación del panteón es la construcción del acceso, obra iniciada el día trece de mayo del presente año, llevándose a cabo por la Asociación Civil: ‘Trabajamos por mi histórico pueblo y Yo, El Rosario, Baja California’.
Y para poder pagar el costo de la construcción de la primera etapa de la dignificación de nuestro histórico, cultural, misionero, y municipal panteón, los miembros de la asociación civil, ya citada, hemos buscado recursos con la venta de dulces, tardeadas, bailes, un certamen de ‘Niña Primavera 2013’, donaciones personales, logrando recaudar cincuenta y un mil pesos mediante esas actividades; y como el costo de la obra asciende a los ciento treinta mil pesos, hemos solicitado apoyo de las empresas y comercios de El Rosario, y aunque algunos de ellos afirman que no tienen seres queridos en el panteón, sabemos que si han recibido el beneplácito de la fortuna, ya que algunos llegaron a El Rosario sin nada, y es en el pueblo donde la fortuna les ha sonreído, por eso siguen viviendo ahí. Se puede decir que muchos de sus primeros clientes, ahora descansan en ese camposanto. Ya veremos quienes le tienen gratitud al pueblo que les abrió los brazos, y los nombres de quienes habremos de anotar en un muro que se construirá en el acceso; esperando que sea con el apoyo de todos, ya que a la asociación por sí sola, le tomaría mayor tiempo ver lograda la tarea.
PERSONAS SEPULTADAS EN EL LLANITO.
   1.- La cochimi Loreto Castro, esposa del español Juan Nepomuceno Espinoza, padres fundadores de la familia ‘Espinoza’, de nuestra estirpe en Baja California, nació en Loreto, Baja California Sur, hacia 1758, y falleció en El Rosario, en 1838, a los ochenta años de edad. Se asentó ya viuda en El Rosario con sus hijos niños y jóvenes, en 1800, siendo ella junto con sus hijos mayores Carlos y Zacarías, de 21 y 19 años de edad en 1800, quienes tomaron la decisión de vivir en El Rosario.
   2.- El matrimonio formado por Maria del Carmen Espinoza Castro, y el español Jose Rito Ortiz, casados en El Rosario  hacia 1808, padres fundadores de la familia ‘Ortiz’ en El Rosario.
   3.- El matrimonio formado por Jose Pellejeros (Verdugo) falleció el 15 de septiembre de 1897, y Columba Sevilla fallecida el 30 de marzo de 1893, ellos se asentaron en El Rosario hacia 1822. Padres fundadores de ese linaje ‘Pellejeros’, en la península de Baja California, que en realidad fue un sobrenombre, pues eran talabarteros.
   4.- El matrimonio formado por el sonorense Eduardo Acevedo, y Germana Ceseña, asentados en El Rosario en 1827, padres fundadores de esa familia en El Rosario y toda su región.
   5.- Señor Loreto Acevedo Ceseña, nacido en El Rosario en 1827, y fallecido en el mismo lugar en enero de 1866. Fue casado con Maria Rita Espinoza Salgado, primer matrimonio para ella, fueron los padres directos de los actuales ‘Acevedo’ que radican en  El Rosario, y descienden de su hijo Zenón. Loreto falleció por una caída de su caballo en la orilla del arroyo. Los hijos de este matrimonio fueron: Maria Vicenta (1849), Martina (1854), Zenón (1863), e Hilario (1865).
   6.- El matrimonio formado por Ignacio Marrón Murillo (1823-1922), en ocasiones conocido como ‘Carrillo’ y Petra Pellejeros Sevilla (1830- 1925?), fundadores de ese apellido en El Rosario, donde vivieron desde su nacimiento hasta su muerte.
   7.- La primera Juana Ortiz Espinoza, nacida en El Rosario en 1809. Falleció joven.
8.- Maria Dolores Salgado Camacho quien fue esposa de Carlos Espinoza Castro, fundadores de nuestro linaje ‘Espinoza’ en El Rosario. Maria Dolores nació en San Vicente Ferrer, Baja California en 1809, y falleció en El Rosario el día 7 de octubre de 1892. Tuvieron cuatro hijos, tres de ellos dejaron familia: Maria de Jesus, madre de los ‘Loya’, Gertrudis, madre de los ‘Duarte’, y Policarpo. Daniel Isidro, falleció niño.
9.- Teodosa Ramirez, falleció a los 32 años de edad de parto de su hijo Eduardo, el 13 de octubre de 1892, en El Rosario, fue la madre de Josefa Peralta Ramirez (Madre de mi abuelo paterno Alejandro ‘Negro’ Espinoza Peralta). Teodosa Ramirez fue originaria de Playas Coloradas, Sinaloa, donde nació en 1859, fue casada hacia 1873 en Mulegé, Baja California Sur, con Jose Peralta, quien era viudo de Refugio Castro.
10.- Manuel Villavicencio Arce, fallecido en enero de 1897, a causa que le explotó un cohete en la mano causándole gangrena y la muerte tras cinco días de agonía, y el viaje a caballo desde el golfo de California, lugar donde ocurrió el accidente hasta San Juan de Dios, donde murió, siendo trasladado en mula ya fallecido a El Rosario para que lo analizara el juez Benjamín Romero, quien ordenó su inhumación.
11.- La niña Maria Josefa Espinoza Peralta, fallecida en enero de 1894.
12.- El matrimonio formado por Don Domingo Aguilar y Columba Savin, abuelos maternos de los ‘Ortiz Aguilar’: Anselmo, Juana, Rito, Antonio, Maria Dorotea, Encarnación, Gertrudis, Esperanza, Maria del Carmen, Catalina, Gregoria, y Maria Luisa.
13.- El matrimonio formado por el chihuahuense Don Manuel Valladolid Apodaca, y la rosareña Encarnación Ortiz Aguilar.
14.- El matrimonio formado por Domingo Duarte Cossío, originario de Miraflores, Baja California Sur, donde nació en 1850, y la rosareña Gertrudis Espinoza Marrón, nacida en El Rosario en 1856, fueron los fundadores en 1872, de la familia ‘Duarte’  en El Rosario.
15.- El matrimonio formado por Inocencio Peralta Aguiar, nacido en 1838, y Francisca Veliz Osuna, nacida en 1840, ambos originarios de Comondú, Baja California Sur, aunque también se decía que ella era de Loreto, Baja California Sur, asentados en El Rosario a principios de los 1870, y fundadores de la familia ‘Peralta’ en El Rosario.
16.- El matrimonio formado por Don (José) Luis Collins Marrón, y Pilar Meza, ambos originarios de  Baja California Sur, llegados a El Rosario a principios de la década de los 1870, siendo los fundadores de esa familia en El Rosario.
17.- La rosareña Maria de Jesus Espinoza Marrón, nacida en 1855, y fallecida hacia los 1920, esposa que fue del chihuahuense Don Angel Loya Moreno, y fundadores de esa familia en El Rosario y toda su región. Don Angel Loya Moreno falleció en el rancho ‘Rosarito de los Loya Espinoza’, en mayo de 1898. Cabe destacar que la tumba de la señora Maria de Jesus Espinoza Marrón, se encuentra en la actualidad en estado deplorable, pero no ha sido demolida, se localiza en la ‘orilla este del llanito’.
18.- El matrimonio formado por Tomas Federico Ortiz Espinoza, nacido en El Rosario hacia 1830, y por Luisa Marrón Pellejeros, nacida en El Rosario hacia 1833.
19.- Epigmenio Peralta Veliz, nacido en 1870, y su esposa Petra Acevedo Marrón, nacida en 1881, rosareños ambos, se encuentran a la orilla oeste del llanito.
20.- El matrimonio formado por Pedro Ortega Murillo, nacido en San Ignacio, Baja California Sur, en 1866, y Catarina Montes Espinoza, nacida en El Rosario, en 1859.
21.- Anastasio Villavicencio Arce, nacido en San Ignacio, Baja California Sur, en 1864.
22.- Señor Guadalupe Loya Espinoza, nacido en El Rosario el 14 de noviembre de 1874, y asesinado a corta edad por unos rufianes indeseables, para robarle el producto de la venta de ganado que arrearon de El Rosario a Mexicali. Fue casado con Dolores Murillo, dejando varios hijos en la orfandad.
23.- El matrimonio formado por Don Rosario Ortiz Espinoza, nacido en El Rosario en 1839, y por Josefa Aguilar Savin, nacida en El Rosario en 1839,  fallecida en el mismo lugar en 1913. Cabe destacar que esas dos tumbas aún existen, y se encuentran a la orilla suroeste del llanito.
24.- Eugenio Marrón Pellejeros, nacido en El Rosario hacia 1860, y fallecido hacia 1890.
25.- Juan Ortega Espinoza, nacido en El Rosario, hacia 1874, y asesinado por diversión a manos de los indeseables, a los 17 años de edad, en 1891. Fue hijo de Regino Ortega Murillo y Maria Rita Espinoza Salgado.
26.- El matrimonio formado por Hilario Acevedo Espinoza, nacido en El Rosario en 1865, y fallecido en el mismo lugar en 1903, y Francisca Martinez Sierras, originaria de Los Algodones, Baja California, donde nació en 1870, y falleció en El Rosario hacia 1904.
27.- Maria Rita Espinoza Salgado, primera ‘Espinoza’ nacida en El Rosario en 1833, donde falleció en Julio de 1905, fue casada en terceras nupcias con Regino Ortega Murillo. Sus hijos fueron: Encarnación (Abuela de mi abuela paterna), Silverie, Celedonia, Maria Ignacia, y Juan.
28.- Regino Ortega Murillo, esposo de Maria Rita Espinoza Salgado, originario de San Ignacio, Baja california Sur, en 1838, falleció en El Rosario en 1909.
29.- Teófila Arballo Espinoza, nació en El Rosario en 1867, y falleció en el mismo lugar en julio de 1905, unos días después en que falleciera su madre Maria Rita Espinoza Salgado. Su padre fue Luis Arballo.
30.- Vicente Ortiz Espinoza, nacido en El Rosario, hacia 1845, y fallecido en el mismo lugar en 1908.
31.- Fermín Cota Amador, nacido en Baja California Sur, en 1868, y fallecido en El Rosario en noviembre de 1909. Por fortuna su tumba aún existe, gracias a que sus familiares, de los que ya nadie vive en El Rosario desde hace más de cien años, le han estado dando vueltas durante varias generaciones, no hace mucho una de sus tataranietas, en Ensenada, me preguntó por el estado de la tumba.
32.- Policarpo Espinoza Marrón, nacido en El Rosario en 1857, y fallecido en el mismo lugar en 1928. Su muerte se debió a que un caballo bronco lo mató cuando mi abuelo Alejandro ‘Negro Espinoza’ Peralta, nieto de Policarpo lo ensillaba. Su tumba no tiene ningún dato; se encuentra junto a Santiago su hijo, Josefa su nuera, Teodosa su consuegra, y a los pies de su hermana Maria de Jesus Espinoza Marrón de Loya.
33.- El matrimonio formado por Santiago Espinoza Peralta, nacido en El Rosario en Mayo de 1878, y fallecido en San Diego, California el 20 de mayo de 1962, y Josefa Peralta Ramirez, nacida en El Rosario en 1887, y fallecida en el mismo lugar en 1932. Fueron mis bisabuelos paternos. Sus tumbas se encuentran sin ningún dato. Josefa Peralta Ramirez fue hija de Teodosa Ramirez, quien descansa a su lado.

       Las cuarenta y ocho personas que he citado líneas arriba, son las que se encontraban en sus tumbas bien delineadas y con sus nombres en 1976, año en que levanté la información que les acabo de compartir. Por lo pronto hago del conocimiento público esta información, y en breve voy a dibujar un plano con la localización de cada una de ellas, esperando que muy pronto las podamos restaurar, y darles el digno lugar que merecen tanto donde descansan todos ellos, como en nuestra historia, y en nuestra cultura.
  Con la información antes citada, creo que tengo la calidad moral como para preguntarle a quienes desean que allí se sepulten a los nuevos fallecidos: ¿A quiénes de nuestros seres queridos que aunque no conocimos, sacaremos de su eterno descanso, profanando sus tumbas?
Y también les puedo pedir a quienes sostienen tal postura, que primero se informen y documenten, antes de hacer semejantes propuestas.
    He dejado suficientes datos para que sobre sus tumbas se escriban sus generales, sólo hace falta elaborar el plano que en dibujos a mano, a manera de viñetas, guardo de manera cuidadosa.
  Por último quiero agregar que los fallecidos que he mencionado, son solo una pequeña parte de los que en el llanito descansan, pues en cada lugar donde se excave, como ha quedado dicho se encuentran los restos de hasta seis personas, es decir, que al menos unas trescientas personas fueron sepultadas en ese llanito, sino es que más.
    Claramente se aprecian las razones por las que el panteón misionero de El Rosario, es histórico y cultural, además de municipal.
     Bueno, pues a mi juicio eso lo haremos valer, y esperamos que al menos los rosareños, donde quiera que se encuentren, nos apoyen a dignificar el lugar donde tal vez algún día, si bien nos va, nos arrope la tierra, y nuestros ‘viejitos aun sin conocernos, nos reciban’.

AUTOR DEL ARTÍCULO:

ING. ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO
EL ROSARIO, BAJA CALIFORNIA
A 22 DE MAYO DE 2013.

El presente trabajo es propiedad intelectual del autor, quien lo protege bajo patente número 1660383, permitiendo su reproducción, siempre y cuando se otorguen los créditos y menciones correspondientes, y no se utilice con fines comerciales, políticos, religiosos, ni de lucro.
Nota relevante: El presente trabajo lo dedico a la memoria de mi padre Julio Espinoza García, quien el día 22 de mayo de 2013, habría cumplido 75 años de edad. Falleció el 02 de Abril de 2012, y descansa a la orilla norte del llanito, a los pies de sus padres Alejandro ‘Negro’ Espinoza Peralta, y Maria Visitación Garcia Marrón.
Miembros fundadores de la “Asociación Civil Trabajamos por mi Histórico Pueblo Y Yo, El Rosario, Baja California, A.C.”

Genoveva Garcia Arauz, 2.- Lizbeth Garcia Arauz, 3.- Maria Eugenia Espinoza Peralta, 4.- Martha Josefa Espinoza Peralta, 5.- Esmeralda Espinoza Peralta, 6.- Ruth Maritza Espinoza Duarte, 7.- Gabriela Espinoza Aguilar, 8.- Airam Guadalupe Vera Espinoza, 9.- Rosalinda Arce Espinoza, 10.- Edna Rosa Arce Smith, 11.- Lizbeth Beltrán Arce, 12.- Humberto Beltrán Arce, 13.- Deisy Noemí Lara Martinez, 14.- Patricia Quintero Duarte, 15.- Olga Garcia Vélez, y 16.- Ing. Alejandro Espinoza Arroyo, autor del presente trabajo.


Así es como se verá ya terminado el acceso al panteón.
Diseñado por el Ing. Alejandro Espinoza Arroyo: Enero de 2013.


Foto tomada al atardecer del día dos de noviembre de 2012. Se aprecia un puesto, y unas sillas sobre el  llanito donde descansan nuestros seres queridos.
El Rosario, Baja California: Foto tomada por Javier Villa Espinoza y Lourdes Espinoza Liera: Archivo Ing. Alejandro Espinoza Arroyo.





miércoles, 1 de mayo de 2013

ORIGEN DE LA FAMILIA 'MEZA' EN EL ROSARIO, BAJA CALIFORNIA.


Ancestralmente originaria de Comondú, Baja Californa, Sur, y antes del Estado de Sinaloa.

Por Ing. Alejandro Espinoza Arroyo
Artículo número 112
Patente 1660383
El Rosario, Baja California
“Somos de la Baja California, no de Baja.

Nuestras tradiciones son cultura y conocimientos, valoremos y conservemos nuestro legado.

         Sín lugar a dudas, el semillero para la formación de los primeros y más antiguos troncos familiares en la Baja California, fueron los originados por soldados misionales, conocidos también como 'soldados de cuera', entre éstos, Carlos Espinoza Castro, fundador de nuestra estirpe en El Rosario.
Sin embargo, existieron también otras corrientes migratorias que al igual que los soldados misionales llegaron desde el macizo continental mexicano, y otras tántas familias primigenias peninsulares,  que 'nacieron' por individuos llegados desde los más recónditos lugares del mundo.
    La mayor parte de las familias,  desde 1774, llegaron a partir de la fundación de El Rosario, y siguieron llegando con el paso de los años,  y hasta en la actualidad lo siguen haciendo.
PILAR MEZA:
  Por lo regular,  éran hombres sólos o familias completas los que fueron llegando y asentándose en el pueblo, sín embargo no para la familia MEZA, pues fue una única mujer quien ostentó ese apellido como primer 'apelativo', durante, al menos veinte años, desde principios de los 1870, y hasta principios de los 1890: Ella fue Pilar Meza, oriunda de la misión de Comondú, Baja California, Sur, y casada con (José) Luís Collins Marrón, siendo además  la madre fundadora de esa familia en El Rosario.
   La familia MEZA, aunque no fue de las primeras asentadas en el pueblo de El Rosario, si tiene ya bién cimentadas sus raíces, pues desde su llegada y hasta nuestros días  van ya al menos cinco generaciones que habitan en la localidad.
FRANCISCO A. MEZA ARCE.
 Don Francisco A. Meza Arce, y Don Rosario Meza,  ambos parientes entre sí, descendientes del pueblo y misión de Comondú, Baja  California Sur, llegaron a El Rosario, siguiéndo los pasos de su tía Pilar Meza.
   Primero lo hizo Francisco A. Meza Arce, nacido en Comondú, el 13 de julio de 1874, y fallecido en El Rosario el 14 de abril de 1946,  a donde llegó de visita hacia 1890, a casa de su tía Pilar,  cuando contaba con unos dieciséis años de edad,  lo hizo mientras viajaba con rumbo a la misión de San Diego, en California, lugar donde pensaba reunirse con unos familares procedentes de Sinaloa, que recién habían llegado a aquél lugar.
     Y cuando llegó en mula a El Rosario, se hospedó en casa de la familia Collins Meza,  posteriormente pasó a vivir a casa de la familia Ortiz Aguilar, estando entonces recién nacida, la que vendría a ser su esposa,  María de Luz Echeverría Ortiz, quien nació en El Rosario el 2 de marzo de 1890, y falleció en el mísmo lugar el 2 de noviembre de 1979. La familia que formaron Don Francisco A. Meza Arce, y Doña María de la Luz Echeverría Ortiz, es una de las que más ha properado  en descendientes en El Rosario.
    Francisco A. Meza Arce,  se incorporó, en 1890, a los trabajos en la oficna del juzgado de paz, que en El Rosario se encontraba a cargo de mi tatarabuelo Policarpo Espinoza Marrón, como juez primero propietario, Teófilo P. Echeverría como juez segundo, quien en 1890, contaba con 19 años de edad; José Montes como juez segundo suplente, y Julio Núñez como secretario.
      El entonces jóven Francisco A. Meza Arce, se dedicó por entero a apoyar las labores del juzgado, habiendo aprendido los menesteres del manejo del juzgado, quien para principios de la segunda década del siglo XX, era el Juez propietario. Se encontraba al frente de esa oficina cuando se dieron en el distrito Norte del Territorio de la Baja California los hechos armados del Magonísmo, en 1911, siendo él quien tuvo que salirle al paso a varios hombres armados que asaltaron el pueblo, llevándose principalmente las mercancías que encontraron en las tiendas de los chinos, Alfonso Cho, y Chinchan, así como unas vacas y caballos de mi bisabuelo Don Santiago Espinoza Perarlta, y los propios del juez Meza, habiendo enviado el reporte correspondiente a las autoridades superiores del distrito, cuyo original fue mostrado al público, en 2011, un  Museo de Tijuana, Baja California, con motivo del centenario de aquéllos hechos armados.
      Edmundo Meza Echeverría, hijo del juez, y nacido en El Rosario, el 22 de julio de 1912, conservó bajo su custodia el documénto de 1915, escrito de puño y letra de su padre, en el que describe los hechos relativo a Don Julio Dunn, y las tres mulas.
     El documénto llegó a manos de mi abuelo Alejandro 'Negro' Espinoza Paralta, en copia original de aquélla misiva enviada por el juez Meza al gobernador o jefe político de la Baja California, Esteban Cantú Jiménez, mísma que ahora se encuentra en mi archivo histórico.
     En 1915, Meza, seguía siendo Juez de Paz en El Rosario, siendo luego sustituído por Laureano Guerrero, quien en 1914 ocupó brevemente el juzgado, volviéndo a ocuparlo en 1915, pero antes de ese cambio, había pasado por el lugar procedente de Ensenada Don Julio Dunn, hombre del gobierno, y le había 'quitado' tres mulas a Francisco A. Meza Arce, según Dunn, porque pertenecían a la nación, mientras que Meza aseguraba que eran de su propiedad ya que las había comprado con derecho a tres hombres que al paso por El Rosario, las ofreciéron en venta.
   Don Francisco A. Meza Arce, después que dejó las actividades de Juez, se dedicó al comercio, atendiendo su tienda general de abarrotes en El Rosario de Abajo, primero, ubicada a lado d la actual iglesia católica, camino vecinal de por medio, donde sólo existen ruínas de los cimientos; posteriormente construyó otro establecimiento ubicado en El Rosario de Arriba, llamado 'La Comundeña”, en donde además expendía en parte, la poca gasolina que en los años veinte, treinta, y cuarenta, del siglo XX, se utilizaba en el pueblo. Por cierto que su casa en El Rosario de Arriba la construyó con el apoyo del abañíl Antonio 'Toño' Sosa. En la actualidad esa casa se encuentra en ruínas en la curva a la entrada del pueblo, cuando se llega del norte.
   Es importante resaltar que Enrique  'Chacho Meza' Echeverría, hijo de Francisco A. Meza Arce, entre otras actividades, fue músico, y fue quien construyó un 'Bajo' que actualmente se exhibe en la sala del Museo 'Altagracia Aguíar de Arauz', de San Vicente Ferrer, Baja California. El tal 'Bajo' lo construyó 'Chacho Meza' a partir de la tercera parte de un barril de lámina, y le tapó el hueco con unos trozos de madera, le instaló el brazo y unas cuerdas con nervios de venado.
Ese 'Bajo' amenizó y alegró  en infinidad de bailes en El Rosario.

Los descendientes del matrimonio Meza Echeverría, son los de mayor presencia en cantidad en la actual sociedad rosareña.
DON ROSARIO MEZA. (Otra línea).
     Poco tiempo había transcurrido de la llegada de Francisco A. Meza Arce, en 1890, a El Rosario, cuando hizo lo propio Rosario Meza, aunque él a diferecncia de Francisco, no se dedicó a las letras en el juzgado de paz, sino que lo hizo en la minería, particularmente en la herrería, y en el manejo de las primeras  máquinas a vapor que se utilizaron en El Rosario con motivo de los trabajos mineros.
    Fue Don Rosario Meza, quien muy jóven llegó a El Rosario, aunque antes había trabajado en minería en la región del Triunfo, San Antonio, Santa Anna, Baja California Sur, lugares de donde había obtenido 'algo' de experiencia.
  Fueron su tía Pilar Meza de Collins y familia quienes le dieron su primer asilo en El Rosario, entregándose por completo al trabajo con la familia Collins, en la elaboración de Azúcar, y piloncillo, aunque más tarde retomó por completo la actividad de la muy incipiente mecánica automotríz a principios del siglo XX en El Rosario, y la región que lo compone.
  En el propio pueblo, en los albores de los años de 1900, y desde hacía al menos ochenta años vivía la familia 'Pellejeros', de la cual, una de sus hijas fue la esposa de Don Rosario, naciendo de esa unión la familia “Meza Pallejeros”.
    Ramón Meza Pellejeros, siguió los pasos de su padre en los trabajos de la mecánica automotríz, al gardo que decir: Mecánicos en El Rosario, era cómo decir Ramón Meza Pellejeros, por una parte, y por la otra: Serapio García Marrón.
    Teófilo P. Echeverría Lebrija, y Dorotea Ortiz Aguilar, fueron abuelos maternos de los hijos de Francisco A. Meza Arce y María de la Luz Echeverría Ortiz. El mayor tronco sanguíneo  se desprende de ésta familia. Los nietos fueron: Enrique, Elías, Edmundo, Efrén, Esther, Elena, y Emiliano.
    Y en segundo lugar lo hace la familia de Don Rosario Meza, quien fue padre de Ramón Meza Pellejeros, quien casado con Guadalupe Valladolid Duarte, fueron quienes contribuyeron en mayor medida a la dispersión de ese linaje, después del anteriormente descrito.
     Don José Valladolid Ortiz, y su esposa Dominga Duarte Espinoza, fueron las personas que gran apoyo brindaron a la familia Meza, incluso dos de sus hijas: Lidia Ramona, y Guadalupe, fueron las madres que más 'dieron' hijos 'Meza' a El Rosario.
Lidia Ramona fue casada con Elías Meza Echeverría, mientras que Guadalupe lo fue con Ramón Meza Pellejeros.
    Otra familia que aportó a muchos 'Meza' al pueblo fueron Enrique Meza Echeverría casado con María Esther Ortíz, y Emiliano Meza Echeverría casodo con Jesús Peralta Orduño.
    Y por otra parte, a la llegada hacia 1967, de la familia del mexicalense cucapah Nicolás Tambo Salado, dos de sus hijas, fortalecieron a la familia, naciendo dos ramas de 'Meza Tambo'; por una parte los hijos de Dionisio Meza Valladolid, y por la otra la de su primo Rosario Meza Valladolid.
      En la actualidad, la familia es numerosa, y han llegado a ser profesionistas varios de sus hijos.
AUTOR DEL ARTICULO:
ING. ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO
EL ROSARIO, BAJA CALIFORNIA
30 DE ABRIL DE 2013.

Notas relevantes:
Según datos proporcionados por Rosario Meza Valladolid, hija de Ramón Meza Pellejeros, y por Nereida Castillo Meza, hija de Rosario, los hermanos de Ramón, fueron: Miguel, Pedro, Armando, Daniel, Antonia, Salvador, y otra hermana, que no se recuerda su nombre. Todos ellos, menos Ramón salieron del pueblo, y se asentaron en otros lugares.






Izquierda a derecha: Delegado de El Rosario.
                                                      Centro José 'Don Pepe' Valladolid Ortiz
                                                      Sr. Rosario Meza. El Rosario, BC: hacia 1950.
                                                      Foto facilitada por la Sra. Faustina Valladolid Ortiz
                                                     Archivo: Ing. Alejandro Espinoza Arroyo.

La presente es investigación de su autor quien la protege bajo patente 1660383, permitiéndo su uso, siempre y cuando se otorguen los créditos y menciones correspondientes, y no sea con fínes de lucro, políticos, ni comerciales.