sábado, 19 de febrero de 2011

ALGUNOS PUREPECHAS, P´URHE, O TARASCOS EN TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, MEXICO:

A CUYA RAZA PERTENECIO MI ABUELO MATERNO.

La bastedad de razas y etnias en México es tan grande, como grandes y antiguas son sus usos y costumbres; baste recordar que antes de la llegada de los hombres “de razón”, los europeos, al continente por ellos nombrado AMERICA, existían milenarias culturas, tan avanzadas como la MAYA, TOTONACA, AZTECA, por recordar solo algunas. Lo avanzado de la astronomía en la cultura MAYA, o la erudición de los INCAS del Perú, son solo una muestra de que también las gentes de esta tierra eran en mucho, “gente de razón”.

Y dentro de la bastedad de razas aludidas en nuestra tierra, hablaré un poco de los PUREPECHAS, P´URHE, o TARASCOS, originarios de Michoacán, aunque en tiempos ya pasados, se encontraban al igual en Guanajuato, Querétaro, parte de Guerrero, Jalisco, y lo que hoy es el Estado de México, y otras regiones del centro del país.

Los Purépecha que son una cultura milenaria han sido guiados desde sus primeros días por un consejo de ancianos, que son las personas que por su sabiduría, respeto y experiencia se convertían en los guías de su pueblo.

Debido a la destreza con la que trabajaban los metales en la herrería antes de la llegada de los españoles, fue la razón principal en su defensa ante las intenciones por su dominio del imperio azteca, el que jamás los pudo someter. Además, desde siempre han trabajado de manera excelente las maderas talladas, y laqueadas, instrumentos musicales, alfarería, rebozos de lana, sombreros, y artículos de herrería como ya ha quedado dicho.

Es una comunidad que ha habitado la región de las altas montañas de origen volcánico, como el área del famoso volcán “El Paricutín”; igual se han desenvuelto en los lagos de Pátzcuaro, Cuitzeo, y Zirahuen.

La meseta Tarasca, o Purépecha, lugar que se encuentra al pie del eje volcánico, y en el que se ubican dentro de sus principales poblaciones: Pátzcuaro, y Tzintzuntzan; en una región bastamente poblada por la comunidad Purépecha, con su lengua nativa del mismo nombre, quienes se dedican a las labores tradicionales; y los que se dedican a la agricultura lo hacen regando sus tierras con aguas del río Lerma, y sus afluentes.

Su capital antigua fue Tzintzuntzan, fue su resistencia feroz ante el imperio azteca o mexica; fue considerada una fuerte potencia mesoamericana, gracias al gran dominio que del cobre y el bronce tenían desde mucho antes de la llegada de la “gente de razón”.

El imperio de los Purépechas, fueron hablantes exclusivos de esa lengua, la que no se encuentra relacionada con ninguna otra.

Según WIKIPEDIA:

“El mayor personaje Purépecha es el Rey Tariacuri (Sacerdote del Viento), nacido en el siglo catorce. Durante su reinado el pueblo Purépecha se consolidó como un poderoso imperio cuya influencia se expandió enormemente a lo largo de Mesoamérica.

El “Caltzonzin” (Señor de las innumerables casas), o Señor Michoacano de Tangaxoán II se sometió sin presentar resistencia ante el conquistador español Cristóbal de Olíd con el objetivo de salvar a su gente y de negociar un tratado de paz. En 1530, el gobernador y presidente de la primera audiencia Nuño de Guzmán, saqueó la región, destruyendo templos, centros ceremoniales, y tumbas en búsqueda de metales preciosos. Asimismo mandó ejecutar a Tangaxoán II, después de someterlo a un juicio en el que lo acusó de matar españoles, practicar de manera oculta su religión, y alentar la desobediencia. Esta situación de lapidación de Nuño de Guzmán, obligó a la Corona española a enviar como “Visitador” y “Oidor” a Vasco de Quiroga, quien posteriormente fue obispo. Quiroga pacificó la región, enseñó diversas actividades a los Purépechas, muchas de las cuales existen aún hoy día.” Hasta aquí Wikipedia.

El pasado día dos de febrero del 2011, se celebró en día de “La Candelaria”, y por ese motivo fui amablemente invitado por la comunidad Purépecha de la Colonia Reforma de la ciudad de Tijuana, Baja California, y como mi interés por saber más y de cerca sobre las antiquísimas costumbres de la raza y cultura de la que proviene mi familia “Arroyo”, con toda prontitud y con amplias expectativas de investigación acudí al festival que ese día celebran al modo y usanza antiguo, en el que se hacen acompañar de danzantes, que vestidos como adultos de avanzada edad, celebran la “Danza de los Viejitos”.

Ataviados con sus típicos trajes, tanto hombres como mujeres con coloridas prendas, las mujeres llevan las canastas de frutas y dulces que ofrecen ante un altar donde se encuentra un “Niño Dios”, deposita ante él aquellas ofrendas, luego lo visten, le rezan un Rosario, después de lo cual recogen las ofrendas y se las entregan como regalo a los asistentes, en esa ocasión recibí de ellos una porción de la ofrenda.

Después de la repartición se celebra la danza de los viejitos, todos danzan a un ritmo similar, no así “El Ermitaño”, quien es un hombre con vestimentas distintas al restos de los danzantes, este personaje brinca de un lado para otro, sin seguir ningún ritmo, lo que le es permitido ya que como se trata de momentos de paz y espiritualidad, el resto permite “su intromisión”, ya que en su soledad y necesidad de alternar con otros humanos mucho a sufrido su soledad.

Esa noche del pasado día dos de febrero, la pase muy bien en ese gentil ambiente, me congratulé de manera importante ya que al ver que esa raíz tan importante en México es celebrada aún lejos de su terruño de origen, de la meseta Purépecha, sin embargo lo que más me congratuló fue ver la destreza con la que danza el niño Martin Álvarez Cristóbal, quien cuenta con apenas dos años de edad.

El dueño de la casa donde se celebró esta festividad es la de Miguel Álvarez Tadeo, y su esposa Herlinda Acuña Martínez, él habla cien por ciento la lengua Purépecha, mientras que ella lo hace a un cincuenta por ciento. Según las relaciones que me hiciera Miguel Álvarez Tadeo, mientras los demás danzaban, en su pueblo de origen llamado Santa Cruz Tanaco, Michoacán, ubicado entre Zamora y Uruapan, enclavado en la meseta Purépecha en la cercanía de “Los Once Pueblos”, que son:

Urén: Vocablo Purépecha que significa “Detallar una artesanía”

Tanakillo: diminutivo de “Tanaco”, que significa: Lugar para reunirse y platicar.

Acachuen: Pueblo al pie de la montaña.

Los otros pueblos son: Santo Tomas, Huáncito, Zopoco, Ichan, Takuro, Carápan, este último que significa: Caminando y escribiendo.

Mientras tomaba nota de sus comentarios me dijeron, por ejemplo:

Tanguaren Carán:

Lo que significa: Usted está en el lugar de reunión y escribe.

Mientras todos danzan no lo hace el dueño de la casa o anfitrión, por ellos llamado como: Carguero, quien se encarga de atender y que nada les falte a los invitados, y menos a los danzantes.

Acerca de los danzantes, los llaman: El Ermitaño, Guarecitas (Las niñas), y los viejitos.

Según el Carguero Miguel Álvarez Tadeo, en su tierra natal Santa Cruz Tanaco, en los preparativos de las fiestas se juntan los barrios del pueblo, y mientras unos ponen la música de viento, otros arreglan la iglesia, y otros más los juegos pirotécnicos, sirven para comer:

Corunda: Que es un tamal de Maíz acompañado con Churido, que es mole de olla, asi como Atole de Tamarindo y Maíz negro, acompañado con tamal de harina levadura y sal, sin carne. Se toma el Nuriten, que es un te, que se prepara con las hojas de un arbusto silvestre, cuya bebida es tradicional en todos los pueblos de la meseta tarasca, y en otras regiones donde habitan personas del mismo origen.

Las fiestas duran hasta cuatro días, en las que se realizan jaripeos, carreras parejeras de caballos, toreo, música, baile, danzas, y mucha, mucha comida.

El “Carguero”, estuvo atento a que no faltara la quema de una resina a la que llaman: Copal, que es una resina de pino de olor muy agradable, algo así como a miel con vainilla quemada, según la tradición Tarasca, este humo de agradable olor es el alimento del Santo Niño.

Aquel día de la reunión sirvieron, pozole de pollo, Corunda, atole de tamarindo y maíz, y obsequiaron la ofrenda que consistió como ha quedado relatado en frutas y dulces.

Con eventos como el que medianamente acabo de describir, constatamos la gran riqueza cultural, con costumbres ancestrales de nuestras comunidades primigenias en este país, ahora como México, pero en el cual antes, como ahora, estaba y, está compuesto con tantas distintas razas, lenguas, costumbres y tradiciones de milenarios pueblos, como son, entre muchísimos más:

El Maya, Huichol, Tarasco o Purépecha, Mexica o Azteca, Tlaxcalteca, Tarahumara, Tzotzil, Otomí, Mixteco, Zapoteco, Pima, Paipái, Kumiai, Cucapah, Kiliwa, Yaqui, Mayo, Pápago, Seri, Totonaca, Tolteca, y tantos más, los que dan a ésta tierra un toque mágico, un tanto por su diversidad, y un tanto por su supervivencia a pesar de los siglos de opresión que sobre sus espaldas, y sobre su dignidad han resistido. Y si nos fuéramos a la bastedad universal, veríamos que gran parte de la humanidad es autóctona a pesar del manoseo de los hombres “de razón”.

Este sencillo trabajo lo dedico a todos ellos, principalmente al niño danzante Martin Álvarez Cristóbal, y a mi abuelo materno Antonio Arroyo Barbosa en donde quiera que ahora se encuentre.

AUTOR DEL ARTÍCULO:

INGENIERO ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO

EL ROSARIO, BAJA CALIFORNIA

SABADO 19 DE FEBRERO DEL 2011.

NOTAS RELEVANTES, Y FOTOS:

De los asistentes a la reunión que motivó este trabajo se encontraban: El Carguero: Miguel Álvarez Tadeo: nacido en Santa Cruz Tanaco, Michoacán, México, el día 10 de mayo de 1968, quien habla cien por cientos su lengua natal Purépecha, su esposa Herlinda Acuña Martínez, de 42 años de edad, quien habla un cincuenta por ciento de la lengua materna, también asistieron:

Ignacio Zalpa Álvarez, de 34 años de edad, quien habla al cien por ciento su lengua materna, María Carmina Tadeo Velázquez de 36 años quien también habla desde niña el Purépecha, Maritza del Carmen Zalpa Sandoval de 7 años de edad, aprendiendo su lengua, Brandon Gustavo Zalpa Tadeo de 11 años de edad quien habla más o menos un setenta por ciento del purépecha; Carmen Álvarez Tolentino, de 74 años de edad quien habla al cien por ciento su lengua; José Juan Bravo Hernández de 11 años de edad, aprendiendo la lengua; Alma Estela Cristóbal Zalpa de 24 años de edad habla al cien por ciento la lengua; Oswaldo Álvarez Tadeo de 31 años de edad, habla cien por ciento la lengua; Santos Bravo Álvarez de 30 años de edad, habla al ochenta por ciento la lengua; Salvador Bravo Álvarez de 30 años de edad, habla al 80 por ciento la lengua; María Concepción Álvarez Martínez de 47 años de edad, habla al cien por ciento la lengua; Luz María Álvarez Hernández, de 12 años de edad, habla al cincuenta por ciento, y aprendiendo la lengua; Eustolia Ramírez Álvarez de 42 años de edad, habla al cien por ciento la lengua, y el príncipe de la reunión:

Martin Álvarez Cristóbal de 2 años de edad, no habla Purépecha, ni habla español, por lo pronto:

¡Pero para la danza, ni quien le gane!

Los vocablos: Guanajuato, Querétaro, y Michoacán, son de origen Purépecha.

Mi abuelo materno el Purépecha o Tarasco Antonio Arroyo Barbosa, en México fue herrero, fabricante de instrumentos musicales, rebozos, zarapes, cobijas, talabartero, y Agricultor entre otras curiosidades; hablaba Purépecha, español, inglés, ruso, y japonés, vivió en Estados Unidos de Norteamérica, donde fue herrero; en Tokio Japón fue cocinero, en Rusia fue Pescador:

En el desierto de El Rosario excavó un profundo pozo a cielo abierto, donde no encontró ni siquiera humedad, en El Rosario, fue agricultor, y en San Vicente Ferrer, Baja California también fue agricultor donde murió el 10 de enero de 1972.

A la reunión de la comunidad Purépecha, asistimos de invitados, la Queretana señora Isabel “Chavelita” García Paredes, el Tijuanense Juan Carlos Osuna Rivera, y el autor de este trabajo.




NIÑO MARTIN ALVAREZ CRISTOBAL, DE DOS AÑOS DE EDAD, DANZANTE QUE SE LLEVO LAS PALMAS, QUIEN COMO DECIAMOS, NO HABLA NI PUREPECHA, NI ESPAÑOL, PERO PARA DANZAR: ¡NI QUIEN LE GANE!

FOTO: ING. ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO: TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 02 FEBRERO 2011


NIÑAS ACOMPÁÑANDO AL NIÑO DANZANTE, Y A UN “VIEJITO”.

FOTO: ING. ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO: TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 02 FEBRERO DEL 2011.


ASPECTO DE LA DANZA:

FOTO: ING. ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO: TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 02 FEBRERO 2011.


EL QUE DESENTONA, QUE LUCE BARBA NEGRA, ES “EL ERMITAÑO”; “LOS VIEJITOS”, Y LAS “GUARECITAS"; TODOS ACOMPAÑAN AL PEQUEÑO DANZANTE.

FOTO: ING. ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO: TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 02 FEBRERO DEL 2011.


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