Es
en ese espacio donde descansan muchos de los primeros rosareños…
Por Ing. Alejandro
Espinoza Arroyo
Artículo
número 113
El
Rosario, Baja California, México
Patente
1660383
“Somos
de la Baja California, no de Baja”
‘Nuestras
tradiciones son cultura y conocimiento, valoremos y conservemos nuestro
legado’.
El
presente trabajo no sigue lineamientos gubernamentales, religiosos, ni
políticos de ninguna índole.
Con preocupación, recientemente he escuchado algunas
voces, sobretodo de gente joven, que se preguntan cuáles son las razones que tiene
Héctor Espinoza Arroyo, delegado municipal de El Rosario, para no permitir que
se sepulte a nadie en
‘El llanito’ que se encuentra justo en medio del camposanto.
Por
principios de cuentas les diré en esta relación, que es en ese llanito donde
descansan nuestros fundadores, los representantes de nuestras ancestrales
raíces, que tenemos presentes de manera tangible.
Y me pregunto: ¿Cómo poder profanar sus restos?, en el
lugar en el que se supone que nosotros como sus descendientes, debemos
proteger, cuidar, rendirles respeto, y hasta venerar.
¿Cómo
se puede en un pueblo borrar el pasado, su historia, o lo poco que de ello
quede?, cuando nuestra obligación, como seres inteligentes y con
gratitud, es protegerla.
Y el que algunos crean que
‘El llanito’, es sólo eso, tal vez no
sepan que al excavar, se encuentran en cualquier lugar de ese sitio, hasta seis
personas sepultadas, encimadas unas sobre otras, con diferentes alineamientos,
lo que indica que al menos seis veces ha sido removida esa tierra del llanito
en los últimos dos siglos.
En este breve relato
asentaré los nombres de muchas de las personas que ahí se encuentran
sepultadas, y para que al tener información, y documentarse, los que opinan que
se debe sepultar allí a los nuevos fallecidos, nos digan a quiénes de sus
antepasados debemos ‘sacar’ primero, en vez de dignificar el sitio donde
descansan.
Ya he dejado constancia en
múltiples artículos del origen misionero del panteón, fundado por la orden de
los dominicos en 1802. Así también, he dejado anotadas infinidades de nombres
de nuestros fundadores y forjadores, he escrito y dicho hasta el cansancio que
en ese panteón fueron sepultados; pero ante las voces que he escuchado, creo
que debo insistir.
Otra preocupación que tengo, es que en
algunos casos, para sepultar en la actualidad a los fallecidos, se les lleva en
carros hasta el umbral del sepulcro, pasando por el llanito, o sea por encima
de las tumbas, y no sólo eso, sino que cotidianamente algunas personas cruzan
en sus autos, por ‘la calle’ del panteón.
Y por si eso fuera poco, el
año 2012, en el llanito se instalaron puestos para venta de alimentos, cosa que
no se puede, ni se debe permitir, ya que la falta de espacio no es el problema, pues por fuera del
camposanto se pueden colocar sin mayor problema.
Antes, llevábamos desde la
iglesia al panteón a los fallecidos en hombros, y nos íbamos remudando, de dos
en dos, o de cuatro en cuatro, para que nadie se cansara demasiado por el peso
del ataúd y del cuerpo.
Se acostumbraba, no hace
mucho tiempo, sepultar al fallecido por amigos de la familia, y no por los
familiares, pues se les respetaba su situación de dolor; eso es algo que
también se está perdiendo, pues muchos jóvenes se apartan para platicar, o se
convierten en simples observadores ante dolor ajeno, al tener que lanzar la
tierra encima del ser querido en su última morada.
Ahora que nos hemos dado a
la tarea de construir el acceso fachada al panteón, cerraremos el acceso a los
autos, sólo podrán entrar las carrosas, hasta unos veinte metros dentro del
camposanto, pasando la entrada, hoy en construcción. Dejaremos entradas peatonales, con ciertos andadores
definidos según lo permita la ubicación de las tumbas.
Cualquier persona ajena al
pueblo de El Rosario que visite el panteón, en las condiciones en que se
encuentra hoy en día, se podrá preguntar: ¿Cómo
es que este lugar data de 1802, si sus tumbas más antiguas son apenas de los
años de los 1940?
En 1976, me di a la tarea de
tomar fotografías y dibujar la ubicación de cada tumba, asimismo tomé nota de
los nombres y fechas de cada una de ellas.
La segunda etapa de la
dignificación del panteón, será posicionar las tumbas en el llanito, con
nombre, apellidos, fechas de nacimiento y de fallecimiento de cada uno de
nuestros familiares antepasados, los fundadores de El Rosario. La primera etapa
de dignificación del panteón es la construcción del acceso, obra iniciada el
día trece de mayo del presente año, llevándose a cabo por la Asociación Civil:
‘Trabajamos por mi histórico pueblo y Yo, El Rosario, Baja California’.
Y para poder pagar el costo
de la construcción de la primera etapa de la dignificación de nuestro
histórico, cultural, misionero, y municipal panteón, los miembros de la
asociación civil, ya citada, hemos buscado recursos con la venta de dulces,
tardeadas, bailes, un certamen de ‘Niña Primavera 2013’, donaciones personales,
logrando recaudar cincuenta y un mil pesos mediante esas actividades; y como el
costo de la obra asciende a los ciento treinta mil pesos, hemos solicitado
apoyo de las empresas y comercios de El Rosario, y aunque algunos de ellos afirman
que no tienen seres queridos en el panteón, sabemos que si han recibido el
beneplácito de la fortuna, ya que algunos llegaron a El Rosario sin nada, y es
en el pueblo donde la fortuna les ha sonreído, por eso siguen viviendo ahí. Se
puede decir que muchos de sus primeros clientes, ahora descansan en ese
camposanto. Ya veremos quienes le tienen gratitud al pueblo que les abrió los
brazos, y los nombres de quienes habremos de anotar en un muro que se construirá
en el acceso; esperando que sea con el apoyo de todos, ya que a la asociación
por sí sola, le tomaría mayor tiempo ver lograda la tarea.
PERSONAS
SEPULTADAS EN EL LLANITO.
1.- La
cochimi Loreto Castro, esposa del español Juan Nepomuceno Espinoza, padres
fundadores de la familia ‘Espinoza’, de nuestra estirpe en Baja California,
nació en Loreto, Baja California Sur, hacia 1758, y falleció en El Rosario, en
1838, a los ochenta años de edad. Se asentó ya viuda en El Rosario con sus
hijos niños y jóvenes, en 1800, siendo ella junto con sus hijos mayores Carlos
y Zacarías, de 21 y 19 años de edad en 1800, quienes tomaron la decisión de
vivir en El Rosario.
2.- El
matrimonio formado por Maria del Carmen Espinoza Castro, y el español Jose Rito
Ortiz, casados en El Rosario hacia 1808,
padres fundadores de la familia ‘Ortiz’ en El Rosario.
3.-
El matrimonio formado por Jose Pellejeros (Verdugo) falleció el 15 de
septiembre de 1897, y Columba Sevilla fallecida el 30 de marzo de 1893, ellos
se asentaron en El Rosario hacia 1822. Padres fundadores de ese linaje
‘Pellejeros’, en la península de Baja California, que en realidad fue un
sobrenombre, pues eran talabarteros.
4.-
El matrimonio formado por el sonorense Eduardo Acevedo, y Germana Ceseña, asentados
en El Rosario en 1827, padres fundadores de esa familia en El Rosario y toda su
región.
5.-
Señor Loreto Acevedo Ceseña, nacido en El Rosario en 1827, y fallecido en el
mismo lugar en enero de 1866. Fue casado con Maria Rita Espinoza Salgado,
primer matrimonio para ella, fueron los padres directos de los actuales
‘Acevedo’ que radican en El Rosario, y
descienden de su hijo Zenón. Loreto falleció por una caída de su caballo en la
orilla del arroyo. Los hijos de este matrimonio fueron: Maria Vicenta (1849),
Martina (1854), Zenón (1863), e Hilario (1865).
6.-
El matrimonio formado por Ignacio Marrón Murillo (1823-1922), en ocasiones
conocido como ‘Carrillo’ y Petra Pellejeros Sevilla (1830- 1925?), fundadores
de ese apellido en El Rosario, donde vivieron desde su nacimiento hasta su
muerte.
7.- La primera Juana Ortiz Espinoza, nacida
en El Rosario en 1809. Falleció joven.
8.- Maria Dolores Salgado Camacho quien fue
esposa de Carlos Espinoza Castro, fundadores de nuestro linaje ‘Espinoza’ en El
Rosario. Maria Dolores nació en San Vicente Ferrer, Baja California en 1809, y
falleció en El Rosario el día 7 de octubre de 1892. Tuvieron cuatro hijos, tres
de ellos dejaron familia: Maria de Jesus, madre de los ‘Loya’, Gertrudis, madre
de los ‘Duarte’, y Policarpo. Daniel Isidro, falleció niño.
9.- Teodosa Ramirez, falleció a los 32 años
de edad de parto de su hijo Eduardo, el 13 de octubre de 1892, en El Rosario,
fue la madre de Josefa Peralta Ramirez (Madre de mi abuelo paterno Alejandro
‘Negro’ Espinoza Peralta). Teodosa Ramirez fue originaria de Playas Coloradas,
Sinaloa, donde nació en 1859, fue casada hacia 1873 en Mulegé, Baja California
Sur, con Jose Peralta, quien era viudo de Refugio Castro.
10.- Manuel Villavicencio Arce, fallecido en
enero de 1897, a causa que le explotó un cohete en la mano causándole gangrena
y la muerte tras cinco días de agonía, y el viaje a caballo desde el golfo de
California, lugar donde ocurrió el accidente hasta San Juan de Dios, donde
murió, siendo trasladado en mula ya fallecido a El Rosario para que lo
analizara el juez Benjamín Romero, quien ordenó su inhumación.
11.- La niña Maria Josefa Espinoza Peralta,
fallecida en enero de 1894.
12.- El matrimonio formado por Don Domingo
Aguilar y Columba Savin, abuelos maternos de los ‘Ortiz Aguilar’: Anselmo,
Juana, Rito, Antonio, Maria Dorotea, Encarnación, Gertrudis, Esperanza, Maria
del Carmen, Catalina, Gregoria, y Maria Luisa.
13.- El matrimonio formado por el
chihuahuense Don Manuel Valladolid Apodaca, y la rosareña Encarnación Ortiz
Aguilar.
14.- El matrimonio formado por Domingo Duarte
Cossío, originario de Miraflores, Baja California Sur, donde nació en 1850, y
la rosareña Gertrudis Espinoza Marrón, nacida en El Rosario en 1856, fueron los
fundadores en 1872, de la familia ‘Duarte’
en El Rosario.
15.- El matrimonio formado por Inocencio
Peralta Aguiar, nacido en 1838, y Francisca Veliz Osuna, nacida en 1840, ambos
originarios de Comondú, Baja California Sur, aunque también se decía que ella
era de Loreto, Baja California Sur, asentados en El Rosario a principios de los
1870, y fundadores de la familia ‘Peralta’ en El Rosario.
16.- El matrimonio formado por Don (José) Luis
Collins Marrón, y Pilar Meza, ambos originarios de Baja California Sur, llegados a El Rosario a
principios de la década de los 1870, siendo los fundadores de esa familia en El
Rosario.
17.- La rosareña Maria de Jesus Espinoza
Marrón, nacida en 1855, y fallecida hacia los 1920, esposa que fue del chihuahuense
Don Angel Loya Moreno, y fundadores de esa familia en El Rosario y toda su
región. Don Angel Loya Moreno falleció en el rancho ‘Rosarito de los Loya
Espinoza’, en mayo de 1898. Cabe destacar que la tumba de la señora Maria de
Jesus Espinoza Marrón, se encuentra en la actualidad en estado deplorable, pero
no ha sido demolida, se localiza en la ‘orilla este del llanito’.
18.- El matrimonio formado por Tomas Federico
Ortiz Espinoza, nacido en El Rosario hacia 1830, y por Luisa Marrón Pellejeros,
nacida en El Rosario hacia 1833.
19.- Epigmenio Peralta Veliz, nacido en 1870,
y su esposa Petra Acevedo Marrón, nacida en 1881, rosareños ambos, se
encuentran a la orilla oeste del llanito.
20.- El matrimonio formado por Pedro Ortega
Murillo, nacido en San Ignacio, Baja California Sur, en 1866, y Catarina Montes
Espinoza, nacida en El Rosario, en 1859.
21.- Anastasio Villavicencio Arce, nacido en
San Ignacio, Baja California Sur, en 1864.
22.- Señor Guadalupe Loya Espinoza, nacido en
El Rosario el 14 de noviembre de 1874, y asesinado a corta edad por unos
rufianes indeseables, para robarle el producto de la venta de ganado que
arrearon de El Rosario a Mexicali. Fue casado con Dolores Murillo, dejando
varios hijos en la orfandad.
23.- El matrimonio formado por Don Rosario
Ortiz Espinoza, nacido en El Rosario en 1839, y por Josefa Aguilar Savin,
nacida en El Rosario en 1839, fallecida
en el mismo lugar en 1913. Cabe destacar que esas dos tumbas aún existen, y se
encuentran a la orilla suroeste del llanito.
24.- Eugenio Marrón Pellejeros, nacido en El
Rosario hacia 1860, y fallecido hacia 1890.
25.- Juan Ortega Espinoza, nacido en El
Rosario, hacia 1874, y asesinado por diversión a manos de los indeseables, a
los 17 años de edad, en 1891. Fue hijo de Regino Ortega Murillo y Maria Rita
Espinoza Salgado.
26.- El matrimonio formado por Hilario
Acevedo Espinoza, nacido en El Rosario en 1865, y fallecido en el mismo lugar
en 1903, y Francisca Martinez Sierras, originaria de Los Algodones, Baja
California, donde nació en 1870, y falleció en El Rosario hacia 1904.
27.- Maria Rita Espinoza Salgado, primera
‘Espinoza’ nacida en El Rosario en 1833, donde falleció en Julio de 1905, fue
casada en terceras nupcias con Regino Ortega Murillo. Sus hijos fueron:
Encarnación (Abuela de mi abuela paterna), Silverie, Celedonia, Maria Ignacia,
y Juan.
28.- Regino Ortega Murillo, esposo de Maria
Rita Espinoza Salgado, originario de San Ignacio, Baja california Sur, en 1838,
falleció en El Rosario en 1909.
29.- Teófila Arballo Espinoza, nació en El
Rosario en 1867, y falleció en el mismo lugar en julio de 1905, unos días después
en que falleciera su madre Maria Rita Espinoza Salgado. Su padre fue Luis
Arballo.
30.- Vicente Ortiz Espinoza, nacido en El
Rosario, hacia 1845, y fallecido en el mismo lugar en 1908.
31.- Fermín Cota Amador, nacido en Baja
California Sur, en 1868, y fallecido en El Rosario en noviembre de 1909. Por
fortuna su tumba aún existe, gracias a que sus familiares, de los que ya nadie
vive en El Rosario desde hace más de cien años, le han estado dando vueltas
durante varias generaciones, no hace mucho una de sus tataranietas, en
Ensenada, me preguntó por el estado de la tumba.
32.- Policarpo Espinoza Marrón, nacido en El
Rosario en 1857, y fallecido en el mismo lugar en 1928. Su muerte se debió a
que un caballo bronco lo mató cuando mi abuelo Alejandro ‘Negro Espinoza’
Peralta, nieto de Policarpo lo ensillaba. Su tumba no tiene ningún dato; se
encuentra junto a Santiago su hijo, Josefa su nuera, Teodosa su consuegra, y a
los pies de su hermana Maria de Jesus Espinoza Marrón de Loya.
33.- El matrimonio formado por Santiago
Espinoza Peralta, nacido en El Rosario en Mayo de 1878, y fallecido en San
Diego, California el 20 de mayo de 1962, y Josefa Peralta Ramirez, nacida en El
Rosario en 1887, y fallecida en el mismo lugar en 1932. Fueron mis bisabuelos
paternos. Sus tumbas se encuentran sin ningún dato. Josefa Peralta Ramirez fue
hija de Teodosa Ramirez, quien descansa a su lado.
Las cuarenta y ocho personas que he citado
líneas arriba, son las que se encontraban en sus tumbas bien delineadas y con
sus nombres en 1976, año en que levanté la información que les acabo de
compartir. Por lo pronto hago del conocimiento público esta información, y en
breve voy a dibujar un plano con la localización de cada una de ellas,
esperando que muy pronto las podamos restaurar, y darles el digno lugar que
merecen tanto donde descansan todos ellos, como en nuestra historia, y en
nuestra cultura.
Con
la información antes citada, creo que tengo la calidad moral como para
preguntarle a quienes desean que allí se sepulten a los nuevos fallecidos: ¿A quiénes de nuestros seres queridos que
aunque no conocimos, sacaremos de su eterno descanso, profanando sus tumbas?
Y también les puedo pedir a quienes sostienen
tal postura, que primero se informen y documenten, antes de hacer semejantes
propuestas.
He
dejado suficientes datos para que sobre sus tumbas se escriban sus generales,
sólo hace falta elaborar el plano que en dibujos a mano, a manera de viñetas,
guardo de manera cuidadosa.
Por
último quiero agregar que los fallecidos que he mencionado, son solo una
pequeña parte de los que en el llanito descansan, pues en cada lugar donde se
excave, como ha quedado dicho se encuentran los restos de hasta seis personas,
es decir, que al menos unas trescientas personas fueron sepultadas en ese
llanito, sino es que más.
Claramente se aprecian las razones por las que el panteón misionero de
El Rosario, es histórico y cultural, además de municipal.
Bueno,
pues a mi juicio eso lo haremos valer, y esperamos que al menos los rosareños,
donde quiera que se encuentren, nos apoyen a dignificar el lugar donde tal vez
algún día, si bien nos va, nos arrope la tierra, y nuestros ‘viejitos aun sin
conocernos, nos reciban’.
AUTOR
DEL ARTÍCULO:
ING.
ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO
EL
ROSARIO, BAJA CALIFORNIA
A 22 DE
MAYO DE 2013.
El presente trabajo es propiedad intelectual
del autor, quien lo protege bajo patente número 1660383, permitiendo su
reproducción, siempre y cuando se otorguen los créditos y menciones
correspondientes, y no se utilice con fines comerciales, políticos, religiosos,
ni de lucro.
Nota
relevante:
El presente trabajo lo dedico a la memoria de mi padre Julio Espinoza García, quien
el día 22 de mayo de 2013, habría cumplido 75 años de edad. Falleció el 02 de
Abril de 2012, y descansa a la orilla norte del llanito, a los pies de sus
padres Alejandro ‘Negro’ Espinoza Peralta, y Maria Visitación Garcia Marrón.
Miembros
fundadores de la “Asociación Civil Trabajamos por mi Histórico Pueblo Y Yo, El
Rosario, Baja California, A.C.”
Genoveva Garcia
Arauz, 2.- Lizbeth Garcia Arauz, 3.- Maria Eugenia Espinoza Peralta, 4.- Martha Josefa Espinoza Peralta, 5.- Esmeralda Espinoza Peralta, 6.- Ruth Maritza Espinoza Duarte, 7.- Gabriela Espinoza Aguilar, 8.- Airam Guadalupe Vera Espinoza, 9.- Rosalinda Arce Espinoza, 10.- Edna Rosa Arce Smith, 11.- Lizbeth Beltrán Arce, 12.- Humberto Beltrán Arce, 13.- Deisy Noemí Lara Martinez, 14.- Patricia Quintero Duarte, 15.- Olga Garcia Vélez, y 16.- Ing. Alejandro Espinoza Arroyo,
autor del presente trabajo.
Así es como se verá ya terminado el
acceso al panteón.
Diseñado por el Ing.
Alejandro Espinoza Arroyo: Enero de 2013.
Foto tomada al atardecer del día dos
de noviembre de 2012. Se aprecia un puesto, y unas sillas sobre el llanito donde descansan nuestros seres
queridos.
El Rosario, Baja California: Foto
tomada por Javier Villa Espinoza y Lourdes Espinoza Liera: Archivo Ing.
Alejandro Espinoza Arroyo.